Los vecinos de Mieres aplaudieron ayer el intento del Ayuntamiento de retirar los últimos vestigios del franquismo en el concejo. Concretamente, se trata de dos placas ubicadas en las iglesias de Santa Cruz y Figaredo que están dedicadas a los "Caídos por Dios y por España". El presidente de la asociación "Cruz de Mayo" de Santa Cruz, Arsenio Díaz Marentes, aseguró ayer que había exigido su supresión al Ayuntamiento en varias ocasiones, aunque sin éxito. El anuncio del concejal de Memoria Democrática, Faustino Zapico, "nos congratula enormemente porque estas placas no están permitidas por la ley de Memoria Histórica".

Díaz Marentes explicó que el artículo 15 de la citada ley "prohibe de manera literal la manifestación y exhibición pública de los símbolos franquistas". El presidente del colectivo vecinal trasladó esta cuestión tanto al anterior alcalde de Mieres, Luis María García; como al actual, Aníbal Vázquez, pero no consiguió su objetivo. "Llegué a hablar hasta con el párroco de Santa Cruz, que también lleva la iglesia de Figaredo, Gonzalo José Suárez, y me dijo que entendía nuestra demanda, pero que ellos no la habían puesto con lo que tampoco las iban a quitar", destacó.

Díaz Marentes llegó a proponer que, en lugar de suprimirlas, taparan con vinilos parte de ellas, sobre todo el nombre de José Antonio Primo de Rivera, que aparece en ambas con letras mayúsculas. Primo de Rivera era el primogénito del dictador Miguel Primo de Rivera y principal líder del fascismo español como fundador de Falange Española, y falleció en 1936. Sobre el resto de "caídos", el presidente de "Cruz de mayo" no tiene ningún problema de que se mantengan en la fachada de las iglesias "porque eran vecinos de la zona y todavía tienen familia aquí".

Las placas de los "caídos" no son los únicos restos del franquismo en Mieres, también hay otras placas situadas en antiguas barriadas mineras del concejo. En este caso, el Ayuntamiento no pretende su supresión, sino añadirles un texto para que los ciudadanos conozcan el contexto histórico en el que se enmarcan. Habrá que ver qué ocurre finalmente con las placas y si el concejal cumple su promesa.