Siete carrozas decoradas con luces de colores, 300 figurantes llegados de Oriente, treinta soldados y pajes a caballo, 200 ovejas guiadas por un nutrido grupo de pastores, una veintena de burros cargados de paquetes y la sirena del vetusto Magirus, el antiguo camión de bomberos de Langreo, cerrando el cortejo. La pompa y la algarabía generadas por la cabalgata que ayer recorrió las calles de La Felguera, Sama y Ciaño invitaba a la distracción, pero miles de ojos no se separaban de la imagen de los tres monarcas de luengas barbas y bellos ropajes que presidían las carrozas principales. Algunos vecinos, en su mayor parte niños, trataban de adivinar la dirección del próximo caramelo. Otros escrutaban los rostros reales para intentar saber si sus cartas habían sido atendidas.

Los Reyes Magos recorrieron las calles de Langreo arropados por numerosos vecinos que se sobrepusieron al frío para seguir un desfile con muchos guiños a Asturias. La Biblia no aclara la procedencia exacta de los Magos. Se sabe que son de Oriente, pero alguno parece tener raíces familiares en la región. Melchor se presentó en Langreo sobre una carroza con forma de hórreo, al son de las gaitas y los tambores. No se quedó atrás Aliatar, que escoltaba a los Reyes sobre el "madreñogiro" de Pinín. Gaspar y Baltasar optaron por diseños más llamativos, estilo "sambódromo", con carrozas jalonadas de luces.

La estrella de Oriente abría el desfile, por delante de las representaciones del portal de Belén y el castillo de Herodes, que estaba protegido por una cohorte de legionarios romanos. En un invierno con escasas precipitaciones la lluvia de caramelos fue recibida con satisfacción por los miles de langreanos que esperaban a pie de acera el paso de la cabalgata. Melchor, Gaspar y Baltasar tuvieron oportunidad de hacer una escala en el Ayuntamiento para atender en persona las peticiones de los más rezagados, antes de prepararse para el reparto nocturno de los regalos.

Los Magos de Oriente participaron en numerosas cabalgatas por toda la comarca del Nalón. Pola de Laviana, Barredos, El Entrego, Sotrondio y Blimea fueron algunas de las localidades que recibieron a los Reyes.