El refrán de que "a perro flaco todo son pulgas" parece cumplirse a las mil maravillas con el sector del carbón. En un año negro, en el que han cerrado explotaciones como la Hullera Vasco Leonesa, con más de cien años de historia, y en el que el sector ha sufrido un importante desgaste, las estadísticas de generación eléctrica tampoco le echan una mano. El informe de Red Eléctrica de España (REE) refleja que el minera perdió fuelle en el mix energético, con una caída de más de seis puntos, situándose como la cuarta fuente de generación eléctrica del país. Un año antes, en 2015, había sido la segunda.

La minería española lleva años atravesando un proceso de reconversión, que desde hace más de un lustro se ha acentuado de una manera notable. Los incumplimientos que los sindicatos denuncian sobre el plan del Carbón en lo referente a producciones, plantillas y ayudas no han favorecido un repunte en la actividad minera. Y eso, unido a las estadísticas, hacen un cóctel difícil de digerir para el futuro. Además, las declaraciones públicas del Gobierno a través del Ministro de Energía apuntan a que en los próximos meses poco va a cambiar en la situación del sector. Y si lo hace, nada apunta a que vaya a ser a mejor. Aunque programado, valga como ejemplo el cierre del mítico pozo de María Luisa, en Langreo. Solo algunos informes, como el recientemente publicado a través por parte del Consejo Social Europeo, lanzan un pequeño salvavidas al carbón, dejando un margen de medio siglo para su salida definitiva de los mixes de generación.

Renovables

El informe de REE respecto al 2016, un avance que será ampliado en los primeros meses del próximo ejercicio, evidencia una subida de las energías renovables, que habían perdido peso durante 2015, en concreto de la hidráulica. Y el peor parado ha sido el carbón. Si el año pasado se situaba como la segunda fuente de generación, con un 20,3 por ciento de la electricidad generada (solo por detrás de la nuclear -21,7 por ciento-), este año el mineral se ha quedado en el 13,7 por ciento, como cuarta fuente y con 6,6 puntos porcentuales menos en la generación global. En 2016, la nuclear sigue siendo la energía más utilizada, incrementando su presencia hasta el 22 por ciento. Por detrás se situó la eólica (19,2 por ciento), que también creció un 0,1 respecto a 2015. La generación hidráulica se elevó este año hasta el 14,1 por ciento, frente al 11,2 de 2015.

A partir de ahí, pocos cambios, con incrementos en el mix que no son excesivamente significativos. En el caso de los ciclos combinados, pasaron del 10,1 por ciento del año pasado a 10,4 este ejercicio. Al igual que el carbón, también perdió peso la energía solar, tanto la térmica como la fotovoltaica. Además, el informe de Red Eléctrica de España destaca que por primera vez desde el año 2003, parte de la demanda energética del país se ha cubierto a través de saldo importador de intercambios internacionales, que han alcanzado un 2,9 por ciento del mix.

En cuanto a la potencia instalada, el carbón también ha perdido peso respecto al año anterior. El 9,5 por ciento de los 1.000.088 Megavatios que forman el sistema español corresponden a centrales de carbón. Esa cifra superaba el 10 por ciento en 2015. El hueco del carbón parecen haberlo ocupado la eólica, la hidráulica y los ciclos combinados, que han crecido en porcentaje, aunque apenas unas décimas cada uno de los sistemas de generación.

El documento de Red Eléctrica de España señala que la demanda de energía eléctrica en el Estado experimentó en 2016 un ligero crecimiento del 0,8% respecto al año anterior. Sin embargo, la generación registró una caída del 1,9% respecto a 2015, afectando principalmente al carbón cuya producción descendió un 29,8%.

Incrementos

En el caso de las energías renovables, estas elevaron su cuota en el conjunto de la generación eléctrica nacional hasta el 41,1 %. El año anterior, habían logrado un espacio del 36,9%. Principalmente, la razón ha sido el aumento del 25,1% de la producción hidráulica respecto a 2015. No fue la única fuente que creció durante el recién terminado 2016. También la eólica creció un 1,7% y se situó como segunda fuente de generación en 2016. Además fue la tecnología que más contribuyó a la producción total de energía eléctrica en los meses de enero, febrero y marzo.