El Ayuntamiento de Mieres abordará este año una importante reordenación de las bolsas de estacionamiento que dan servicio al casco urbano. La eliminación del gran aparcamiento de tierra de la Mayacina, la urbanización de la parcela de Oñón que cumple esa misma función y la construcción de dos nuevas zonas de aparcamiento en la calle La Pista y los terrenos del Sinagua son proyectos que ya están en rampa de lanzamiento para ser abordados en los próximos meses. Como acompañamiento, el gobierno estudiará también reorganizar los circuitos urbanos de tráfico, alterando el sentido de la circulación por algunas calles. Lo que está totalmente descartado, según sostienen los dirigentes de IU, es que se ponga en marcha ningún tipo de mecanismo que conlleve pagar por aparcar.

El movimiento de fichas que se desencadenará en los próximos meses tiene su origen en una decisión que se tomó ya a principios de 2016, cuando el gobierno local decidió renunciar definitivamente a la construcción de un parking subterráneo en la Mayacina. Como alternativa, los gestores elaboraron un nuevo plan para la reorganización del estacionamiento en el centro del casco urbano. Finalmente, el equipo de Aníbal Vázquez apuesta por habilitar tres grandes aparcamientos exteriores de uso público. El principal será en Oñón, en la parcela de tierra sin urbanizar que se encuentra en la zona oeste del viejo barrio. Los otros dos equipamientos se habilitarán en las parcelas que recientemente se han expropiado a Goncesco. Se trata de concreto de los terrenos de calle la Pista y del Sinagua, con acceso desde Manuel Llaneza. Con estos equipamientos, la administración local considera que la supresión de las actuales aparcamientos de la Mayacina para dar cabida al futuro parque no tendría que generar problemas viales en el centro de la ciudad. Toda esta reordenación será posible gracias a los fondos europeos captados por el Consistorio a través del programa DUSI (Desarrollo Urbano Sostenible e Integrado).

Lo que el gobierno local no piensa tocar es el sistema rotatorio gratuito de vehículos que está implantado en el centro de la ciudad. Y eso que las beneficios económicos podrían ser cuantiosos. Las tareas de control y seguimiento de la zona azul gratuita de Mieres reflejan que algo de mil vehículos utilizan cada día los aparcamientos restringidos.

El cálculo es sencillo, ya que se basa en un simple recuento de los tíquets emitidos en las diferentes calles que tienen restringido el aparcamiento a un máximo de tiempo de dos horas. Así, el Ayuntamiento ingresaría entre 150.000 y 300.000 euros anuales si finalmente implantara la zona azul de pago en el eje comercial del casco urbano.

Un informe realizado por el anterior gobierno local establece que la cobertura del actual sistema gratuito de rotación debería incrementarse hasta las 500 plazas, casi doblando la actual cobertura, en el caso de que se abordará un cambio en la ordenación vial de la ciudad, algo que ahora ya no se contempla. En el supuesto inicial, la tarifa más gravosa pasaba por cobrar 70 céntimos la hora. Si se busca un parámetro intermedio, con 50 céntimos a la hora, la recaudación anual rondarían los 210.000 euros.

El gobierno municipal mierense de Izquierda Unida ha tomado un decisión que parece firme y es mantener la zona azul gratuita actual, un sistema que lleva funcionando desde finales de 2001 de forma experimental y que sigue en servicio sin previsiones de cambio.