El comité de empresa del grupo Renfe en Asturias exigió que se culmine el soterramiento de las vías de la antigua Feve en Langreo y se acometan otras mejoras (como la mejora del trazado, la instalación de doble vía en los tramos que carecen de ella y trenes semidirectos) con el objetivo de "no dejar morir" la línea Gijón-Pola de Laviana, que ha perdido 700.000 viajeros en los últimos veinte años, tras pasar de 1,2 millones anuales a apenas 500.000. Así lo explicó Luis Blanco, presidente del comité de empresa, que criticó el "abandono" que sufre el servicio, con la "mayor parte de las estaciones de la línea sin personal para atender a los viajeros".

La ausencia de financiación para completar la obra civil del soterramiento es, a juicio de Blanco, la gota que colma el vaso en la falta de "actuaciones de modernización" en la línea. La previsión del Principado es concluir el falso túnel en septiembre, pero todavía no existe compromiso inversor por parte del Gobierno regional o del Ejecutivo estatal, a través del Adif, para financiar los treinta millones de euros que cuesta urbanizar los terrenos liberados por las vías en superficie y costear la instalación del nuevo trazado férreo, la catenaria y la señalización.

"Sería una barbaridad tener el túnel y no tener vías, pero es hacia lo que caminamos porque, ahora mismo, no tenemos ninguna noticia de que se vaya a asignar una partida para las vías y la catenaria. Tiene que hacerse cuanto antes porque va en detrimento del servicio; sería impensable que pasara algo así en Madrid o en Barcelona, pero como aquí estamos hablando de menos vecinos parece que vale todo", argumentó Blanco al analizar la situación actual.

El representante sindical también se refirió a la necesidad de acometer otras mejoras es la línea Gijón-Pola de Laviana, como la eliminación de los tramos donde hay curvas pronunciadas, la colocación de doble vía en el trazado Florida-Gijón, la implantación de servicios semidirectos y la erradicación del actual "cuello de botella" que supone la estación de Sanz Crespo en Gijón, "lejos del centro de la ciudad y sin capacidad para absorber un flujo ferroviario elevado".

Con estas mejoras sería posible, según Blanco, aumentar la velocidad comercial de los trenes y reducir los tiempos de viaje: "Ahora los trenes de la línea van a una velocidad media de 40 kilómetros hora y tardan una hora y cuarto en llegar de Laviana a Gijón, como hace cuarenta años. Con esas mejoras se podría aumentar la velocidad y reducir el tiempo a 45 minutos".

El presidente comité de empresa del grupo Renfe en Asturias esgrimió que la "falta de modernización" ha conducido a que la línea Laviana-Gijón, una de las más utilizadas años atrás, haya perdido "700.000 viajeros en las dos últimas décadas. En 1995 estábamos hablando de 1,2 millones de usuarios al año y el pasado ejercicio, según los últimos datos que tenemos, había 327.000 a finales de septiembre, con lo que no habremos llegado ni de lejos a los 500.000 al cierre del año".

Blanco también reclamó instalar "megafonía o algún tipo de sistema en las estaciones para informar a los viajeros de posibles demorar, porque ahora están sin personal".