Poco importó que fuera el segundo día del recién estrenado 2017. El atleta lavianés Héctor Moro se subió a una cinta de correr para completar la distancia equivalente a una maratón. Los primeros 42,195 kilómetros de este año por una buena causa: recaudar fondos para luchar contra el cáncer infantil.

El tiempo total de la prueba fueron 2 horas y 58 minutos. Rodeado de amigos y familiares, Héctor Moro terminó su recorrido en unas condiciones de calor extremas, dentro de un bar de Pola de Laviana. A lo largo de la prueba, varios músicos actuaron para insuflar ánimos. Las fuerzas no decayeron y, casi 4.000 calorías después, la cinta se detuvo. "Fue un sufrimiento consentido, que no mata, peor lo pasan los niños que tienen que luchar contra el cáncer", destacaba el corredor lavianés.

Durante la prueba, se pusieron a la venta camisetas y pulseras cuyos beneficios irán destinados a la lucha contra el cáncer infantil. Tras terminar esta peculiar competición, Héctor Moro donó la cantidad de 500 euros a la Fundación Galbán.

Héctor Moro no se detiene. El atleta lavianés volverá a repetir esta misma prueba, pero en otro escenario, en el mes de febrero. Será el día 19, en Gijón. El objetivo no cambia: continuar recaudando fondos para ayudar a los niños enfermos.

El objetivo es realizar un total de doce maratones a lo largo de este año. Seis de ellas serán dentro del circuito nacional -Zaragoza, La Coruña, San Sebastián, Laredo, Langreo y Vitoria- y las seis restantes, de un modo original: en una cinta de gimnasio, en una pista de atletismo o recorriendo la distancia entre Laviana y l'Angliru. Una iniciativa para la que el corredor busca patrocinadores que le permitan estar en todas las citas que tiene programadas.