La estación de Valgrande-Pajares ha estrenado temporada en una jornada envidiable: "Parece que he pactado con el diablo", ha afirmado Javier Martínez, director de la estación, tras mirar al cielo azul despejado y sin una sola nube en el frente. El termómetro de la estación, poco antes del mediodía, marcaba tres grados bajo cero pero la sensación térmica no era desagradable por el sol y el viento en calma.

La estación abrió sus puertas con 5,4 kilómetros, a pesar de que los responsables del complejo esperaban ofrecer un dominio más grande: "Las heladas de las noches están siendo salvajes y tenemos que cuidar de la seguridad de los usuarios", ha señalado Martínez. Lo que sí valoró muy positivamente, al igual que el resto de usuarios, fue la calidad de la nieve.

La oferta total de pistas en Asturias se completa con otros cinco kilómetros de nieve en Fuentes de Invierno. También están ya en marcha las temporadas en las estaciones de la comunidad vecina: en Leitariegos y San Isidro.

Es una buena noticia para los amantes de los deportes de invierno. "Había ganas de nieve" fue la sentencia más repetida esta mañana en Pajares, ya que la temporada se retrasó cerca de mes y medio por la falta de precipitaciones (la apertura estaba prevista para el puente de la Constitución).

Las nevadas de la semana pasada propiciaron el inicio de la campaña en Fuentes de Invierno. Un día después abrieron sus puertas San Isidro y Leitariegos.

Pajares fue la última en sumarse y esperan que la nieve dure: "Las heladas que están congelando la estación estos días son buenas para el mantenimiento de la nieve en sus pistas". Una nieve que tiene unos espesores de 20 a 85 centímetros y que es de calidad polvo, la óptima para la práctica de los deportes de invierno.