El exceso de decibelios puede abocar al cierre a la empresa Panadería Juaky, una firma que da empleo a una veintena de personas, en los seis establecimientos que tiene en las comarcas mineras. El Ayuntamiento de Langreo ha dictado una orden de clausura del obrador de la sociedad en La Felguera, debido a la denuncia presentada por una vecina por el ruido que genera la instalación. Los responsables de Juaky aseguran que, si se concreta el cierre del obrador, tendrán que clausurar la actividad del resto de establecimientos. Por el momento han llevado el caso ante el juez, que ha paralizado de forma cautelar la decisión del Ayuntamiento hasta estudiar con detalle el expediente para dictar una resolución definitiva.

José Luis Rodríguez es el administrador único de Juaky, con actividad desde hace 17 años y que actualmente cuenta con tiendas en La Felguera (tres), Sama, El Entrego y Mieres. "El exceso de ruido es mínimo y es subsanable. Nos parece exagerado cerrar la actividad por algo así sin buscar antes algún tipo de solución", aseguró Rodríguez, para añadir: "El obrador viene funcionando desde hace treinta años. Nosotros lo cogimos hace siete y nunca hubo denuncias hasta enero de 2016, un día después de que trabajadores de la empresa denunciaran a la vecina que se queja del ruido porque recibían insultos y amenazas de ella, diciéndoles que iba a conseguir que cerraran el local".

Rodríguez relató que la primera medición realizada en la vivienda de la mujer, de febrero de 2016, reveló un índice de ruido de 31 decibelios, "uno más que el índice permitido, ya que el límite es de 25 más otros 5 de margen de error". "Se impulsaron medidas correctoras como la renovación de los tacos de goma, una banda de aislamiento y la revisión de la insonorización, pero una nueva medición realizada en mayo volvió a dar 31 decibelios; ese segundo informe no se me facilitó ni se atendió mi petición de poder visitar la casa para ver si puede existir otro foco de ruido".

El procedimiento administrativo derivó en una orden de clausura del obrador que está pendiente de ejecución, después de que los responsables de Juaky hayan recurrido judicialmente la decisión del Ayuntamiento: "Nos han concedido medidas cautelares y el Consistorio tiene diez días para aportar la documentación del expediente. Es un exceso de ruido mínimo que puede ser subsanable; todavía estamos pagando la propiedad del obrador y el traslado es poco viable. Significaría el cierre de la empresa".