La investigación que busca aclarar lo sucedido en el incendio que arrasó en la madrugada del martes un bazar chino en Sotrondio va a ser "muy complicada" y no se esperan avances significativos durante los primeros días. Agentes de la Policía Nacional estuvieron ayer, durante toda la jornada, realizando la inspección ocular del lugar del suceso. Un establecimiento arrasado por el fuego y en el que, además, tuvieron que trabajar los bomberos durante horas, para poder sofocarlo y evitar que se propagara y afectara más aún al edificio en el que se encuentra el establecimiento.
Las primeras pesquisas realizadas señalan que varios testigos coinciden en que una de las lunas del bazar estaba rota. Esto podría avalar la tesis de que el fuego pudo ser provocado: bien por los ladrones que robaron en una peluquería cercana como represalia contra el dueño del bazar, que vive al lado y había alertado del hecho delictivo, o bien porque los ladrones habían entrado a robar en el propio bazar. Los policías estuvieron todo el día de ayer analizando el bajo en el que se produjo el incendio, con el objetivo de conocer dónde pudo originarse el fuego. Fuentes de la investigación apuntaron que se está trabajando sobre un escenario "muy complicado", en el que se quemaron muchos materiales plásticos y sustancias inflamables (aerosoles, pinturas, disolventes), y en el que los bomberos, con sus equipos de extinción, tuvieron que trabajar durante horas: desde las tres y media de la madrugada del martes hasta pasadas las siete de la tarde de ese mismo día. Ayer mismo, a los agentes que realizaban la primera inspección ocular, se les reactivó el fuego: el calor está acumulado dentro de las acumulaciones de material plástico que se está levantando y moviendo en el local.
De esta forma, según las mismas fuentes, es muy posible que lleve mucho tiempo "llegar a una conclusión" fehaciente sobre lo sucedido en el bazar. El incendio obligó a trasladar al hospital de Riaño a cuatro vecinos, todos ellos con síntomas de intoxicación leve. Fueron dados de alta unas horas más tarde. En total, doce los vecinos se vieron desalojados del inmueble en plena noche por los bomberos y la policía. Dos de las familias pudieron dormir esa misma noche en sus hogares, después de que los técnicos municipales confirmasen que ninguna vivienda tenía daños estructurales, a excepción de la ubicada en la primera planta. Un piso cuyo suelo llegó a desplomarse parcialmente en una de sus habitaciones. La familia que vive en esta vivienda no podrá ocuparla hasta que se realicen las obras para reforzar el forjado, que corre el riesgo de venirse abajo. El Ayuntamiento de San Martín le busca una vivienda de emergencia.
