Los hermanos de la víctima comentaron a la salida del juicio lo sucedido en la sesión. "Ahora parece que se quiere culpar al muerto", expresó Manuel García. Marta García, por su parte, indicó que el acusado "no pudo hacerlo peor. Él tendrá secuelas, pero se lo buscó con lo que hizo. Pero mi hermano murió en el choque, está muerto".

En su alegato final, la fiscal desveló que a las 6.44 horas de la mañana, muy poco antes del accidente, el acusado habló con su móvil durante un minuto, lo más probable es que lo hiciera "mientras conducía. No se podían infringir más reglas. Y falleció una persona, a la que también se le realizaron pruebas, que estaba cumpliendo todas las normas". Rogelia Piloñeta y Rubén Andrés, de la acusación particular, solicitaron la "máxima pena", cuatro años, y subrayaron que si bien en el juicio el acusado había pedido perdón, "antes ha tenido casi dos años para hacerlo, pero no lo había hecho". Piloñeta subrayó que "el acusado tiene incapacidad permanente, sí, pero mostró con su comportamiento un desprecio absoluto por la vida de los demás. Ahora dice que está mal, pero el otro está en el cementerio".