La Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC) sancionará a una empresa de la obra de la Variante por un vertido al río Huerna. Así lo anunció el concejal de Obras, Jesús Fernández (IU), en la sesión plenaria de enero: "Esperamos contar con el informe completo en unas semanas para poder examinarlo con el resto de la Corporación", afirmó. Aunque sí hubo un "problema puntual", añadió, la situación de la red es buena: "Desde Confederación, aseguran que los vertidos que oscurecen el río en la zona de Campomanes están relacionados con el agua de escorrentía de algunas carreteras".

El concejal respondió así a una de las preguntas formuladas por el PSOE en el último pleno celebrado en el concejo. Los socialistas han presentado ya dos mociones al respecto y decidieron formular la cuestión ante "la falta de noticias", afirmaron ayer desde la agrupación. Según el edil de Obras, "he mantenido recientemente una reunión con los responsables de la Confederación, también acudió el técnico municipal responsable del área de medio ambiente". "Sabemos que se va a abrir ese expediente sancionador a una de las empresas adjudicatarias de la obra del Adif", añadió. Se trata de una de las compañías que trabaja en el tramo de Campomanes a Sotiello: "Poca información más podemos dar ahora, ya que aún no contamos con el informe correspondiente", afirmó. Salvo ese caso, señaló el edil, "no se ha encontrado nada más reseñable".

Los vecinos llevan años denunciando "los vertidos" al río Huerna. El cauce se oscurece y se enturbia también, según la versión de los vecinos, el agua que sale de los grifos. Hace unos meses, saltaron todas las alarmas: el agua del río se tiñó de un color plomizo y se mantuvo así durante un día entero. "Esto es debido, según nos ha informado confederación, a la suciedad que se acumula en una carretera cerca del valle".

El edil respaldó la postura de la Confederación con los informes técnicos del Ayuntamiento. Según Fernández, "tanto la depuradora y el depósito como la captación están bien, no se ha encontrado ningún resto contaminante". "El agua se analiza con frecuencia, incluso varias veces al día", afirmó Jesús Fernández. El responsable del área de Obras señaló que la comunicación con la empresa concesionaria para el mantenimiento de la red es "constante".

Muchos vecinos de Campomanes consideran que el agua del grifo en la localidad no es segura. Es por eso que llevan más de una década, desde que las obras llegaron a la zona, bebiendo agua de botella: "Lo usamos hasta para cocinar", afirmaron en múltiples ocasiones desde la asociación vecinal. Una de las propuestas que se han estudiado, la última vez a petición del PSOE, es la instalación de la captación de agua por encima de la zona donde se están ejecutando obras. Según fuentes del gobierno local, "ese proyecto no es viable. Se había estudiado previamente, durante el último mandato con el PSOE en el gobierno, y los técnicos lo rechazaron. No es viable y supondría un gasto difícil de asumir".