El balance de actividad de la Comisaría de Policía Nacional de Mieres correspondiente al año 2016 refleja que la ciudad mantiene un alto nivel de seguridad. El recuento de delitos cayó un 12 por ciento con respecto a 2015, confirmando una tendencia de limitada criminalidad que se vienen prolongando de forma mantenida. Junto con la reducción de infracciones, la dotación local del cuerpo presenta un nivel de eficacia en la resolución de denuncias cercano al 60 por ciento. Pese a la bajada generalizada de la criminalidad, sí que han detectado un repunte en el consumo y menudeo de algunas drogas, como la heroína.

"Mieres se mantiene como una ciudad muy segura con unos niveles de delincuencia que casi podrían definirse como residuales", apunta el actual responsable en funciones de la Comisaría, Pedro Aguado. En este sentido, reconoce el "gran trabajo" de los efectivos que componen la plantilla, aunque también destaca la colaboración que el cuerpo encuentra a nivel social: "Tanto el comercio como el movimiento vecinal nos facilita enormemente nuestro trabajo, con un permanente diálogo que también abarca a los centros educativos del concejo y al propio Ayuntamiento".

Si bien la Policía Nacional no facilita datos concretos sobre el número de denuncias atendidas, el notable descenso de la delincuencia registrado en 2016 afecta sobre todo a robos con fuerza en viviendas y negocios: "Tras sufrir un repunte en 2015, el año pasado apenas se registraron casos", apunta Pedro Aguado. En este punto concreto, el actual jefe en funciones de la Comisaría recomienda a los mierenses que presten atención a la calidad de los cierres de las puertas de sus domicilio: "Por regla general los robos que se producen en viviendas en Mieres se cometen a través del sistema conocido como apalancamiento, que consiste en forzar la cerradura desde fuera haciendo palanca con una barra normalmente de metal: "Es importante disponer de buenas cerraduras, ya que las posibilidades de robo disminuyen notablemente", señala Aguado.

Si bien la delincuencia bajó en Mieres el año pasado casi de forma generalizada, el único aumento significativo que se produjo fue en las intervención relacionadas con la erradicación del consumo de drogas. La Policía Nacional sostiene que se viene detectando un repunte del consumo de estupefacientes. "El aumento de las actuaciones no responde a un incremento del tráfico a gran escala, sino a intervenciones relacionadas con el consumo en espacios públicos", subraya el responsable de la Comisaría de Mieres. En este sentido, las sustancias más extendidas son el hachís y la marihuana, aunque también se está detectando un aumento del consumo de heroína, con un retroceso de la cocaína: "Los hábitos están cambiando y la heroína está teniendo cada vez más demanda". La Policía Nacional alerta de esta tendencia, ya que se trata de una droga con un gran efecto adictivo "tanto física como psicológicamente".

La Policía Nacional resta importancia a los problemas derivados de consumo de alcohol en la vía pública por parte de grupos de jóvenes, lo que popularmente se denomina "botellón". Pese a las quejas de algunas asociaciones vecinales, los profesionales consideran que no existe un problema real con estos comportamientos.