"Hace ya una década que un grupo de investigadores de la Universidad de Oviedo decidió comenzar a trabajar en equipo, siendo conscientes de la dificultad que supone publicar obras elaboradas por grupos multidisciplinares, ya que las editoriales aún están muy enfocadas a la especialización". Así lo expresó María Rosario Alonso, catedrática de Derecho Administrativo y una de las autoras de "Diagnóstico territorial e instrumentos para la regeneración urbanística integrada del Área Central de Asturias". El libro se presentó, en la Casa de La Buelga de Ciaño, durante un acto organizado por la Asociación "Cauce del Nalón", en colaboración con la Universidad de Oviedo, el Ayuntamiento de Langreo y el Club LA NUEVA ESPAÑA en las Cuencas.

Alonso señaló que "intentamos proyectar sobre la realidad del área central asturiana la necesidad de estudiar los principales núcleos de población y para ello organizamos foros para debatir, escuchar las necesidades de cada zona e interactuar con todo tipo de representantes sociales, técnicos y políticos".

La catedrática evidenció que "el resultado de esos foros es lo que se ha recogido en este libro" y enfatizó que "estamos ante un reto y una oportunidad para no perder el rumbo de la historia, reordenando nuestro territorio y haciéndolo más habitable y sostenible"

"Hay muchos trabajos hechos sobre el área central y por tanto era difícil decir algo distinto, pero la celebración de los foros que recogían el sentir de las voces representativas de cada territorio nos ayudó a tener una nueva mirada sobre el tema", destacó Aladino Fernández, geógrafo y coordinador de la obra, que recordó que "en el centro de Asturias hay tres concejos, Siero, Corvera y Llanera, que durante los últimos treinta años han tenido un proceso de difusión urbana desordenada y desorganizada". Fernández destacó que "esa difusión también afecta a las ciudades, pues no puede obviarse que han perdido la personalidad y el valor de sociabilidad que tenían antes". Y es que, según afirmó "por ejemplo en Oviedo, se llevaron a cabo derribos masivos para viviendas, intentando atraer turistas mediante una urbanización impostada y con las rentas a precios imposibles y el ocio nocturno se hizo incompatible con la calidad"

La arquitecta Miriam Alonso puso de manifiesto que "hay que ser conscientes de que el concepto de ciudad tal y como se entendía ha desaparecido, ya que ahora hablamos de áreas funcionales" al tiempo que reclamó la necesidad de hacer un cambio radical, "modificando la manera de gobernar y dando cabida a la opinión de los ciudadanos y la colaboración en red para conseguir materializar la regeneración urbana integrada que nos reclama Europa". Para ello, propuso "llevar a cabo estrategias de desarrollo sostenible integrado, analizar los agentes que influyen en el territorio y cambiar las acciones negativas para reactivar nuestra memoria cultural, siempre pensando en global".

"La sostenibilidad es una meta pero sobre todo es un proceso", señaló para finalizar el economista Manuel Hernández Muñiz, que llamó la atención "sobre un fenómeno que nos preocupa a todos, el urbanismo expansivo, porque nuestras ciudades se desparraman y en ocasiones las renovamos sin tener en cuenta los ciclos de vida de los edificios y las infraestructuras". Hernández concluyó que "es más barato construir fuera que dentro y de ese modo las ciudades se expanden por los lugares más fáciles de ocupar invadiendo las zonas rurales y otros espacios".