"El hombre de Cromañón no se extinguió aún", manifestó Asunción Cámara, Directora de la Escuela Politécnica de Mieres, en el coloquio "Coses de Muyeres" organizado por la Asociación Cultural "Camín de Mieres", que tuvo lugar en la Casa de Cultura mierense y que contó con la colaboración del Club LA NUEVA ESPAÑA en las Cuencas.

El coloquio se integró, como expuso la concejala de Igualdad del Ayuntamiento de Mieres, Delia Campomanes, dentro del conjunto de actividades correspondientes al Día Internacional de la Mujer, que se desarrollarán a lo largo del mes de marzo y que abarcarán multitud de ámbitos, desde el arte, la música, el cine o el teatro, a las charlas y debates. "Porque la lucha por la igualdad no es cosa de deba limitarse a una jornada puntual. Ha de ser día a día" dijo Campomanes, que anunció la convocatoria del día 8 de marzo, a las 7 de la tarde en el Parque Jovellanos mierense, para dar lectura al manifiesto institucional contra la violencia machista.

Por su parte, Cámara, ingeniera forestal, hizo un repaso de su vida tanto en el plano familiar como el profesional y reconoció no haberse sentido marginada en la universidad, "aunque éramos muy pocas mujeres. Eso no significa que no haya discriminación por ser mujer, pero yo no la padecí, como tampoco la sufrí en mi familia, si bien sólo éramos chicas. Me pregunto qué habría pasado de haber tenido algún hermano varón". Cámara, que alerta de que el porcentaje femenino en los estudios de ingeniería está disminuyendo, entiende que "el problema comienza en casa, cuando los padres no imaginan a sus hijas en profesiones tecnológicas". "Me enfada que las mujeres tengamos tanto miedo al fracaso y una autoestima tan baja. Y eso tiene su origen en una sociedad que es más exigente con la mujer que con el hombre" lamentó la Directora, que animó a las mujeres a incorporarse a los estudios técnicos. "La mujer es tremendamente inquieta, investigadora y creativa, rasgos claves en el campo de la ingeniería".

A continuación intervino Teresa Valdés, ingeniera química e investigadora del Instituto Nacional del Carbón, que reconoció que "en mi familia, en el colegio y en la Universidad viví en una burbuja de igualdad, que se rompe cuando sales al exterior y chocas con una realidad laboral en la que una mujer ingeniera sigue siendo algo exótico. Ahí te das cuenta de que hombres y mujeres no tienen la misma progresión profesional y que el hombre ocupa los mejores puestos de trabajo aun teniendo menos méritos". "Está demostrado que un mismo currículum merece peor consideración si corresponde a una mujer" expresó Valdés, que pone en duda los resultados de determinadas ayudas públicas. "En los países nórdicos, donde la mujer recibe abundantes ayudas a la maternidad, su situación en la investigación es peor que en la Europa meridional", e indicó que "en trabajos de investigación es frecuente que las mujeres no tengan hijos. No así los hombres".

Despidió el acto Delia Campomanes, manifestando que "la realidad hace dudar de que estemos avanzando en el camino de la igualdad" y que "el hombre que se sale del estereotipo también sufre machismo".