La enfermedad de Alzheimer es la forma más común de demencia y un mal hoy por hoy incurable y terminal, que afecta con más frecuencia a las personas mayores de 60 años. Se trata de "la epidemia del siglo XXI", tal y como refirió la doctora Carmen Elena Calvo, jefa del Servicio de Neurología del Hospital "Alvarez Buylla" de Mieres, al inicio de la conferencia que con el título "El alzhéimer, ese oscuro y silencioso acompañante", tuvo lugar en el Aula Cultural "La Plaza" de Sotrondio". La ponencia se enmarca en los XV Ciclos de Conferencias organizados por la Asociación de Antiguos Alumnos de la Academia de Don Juan José Calvo Miguel y contó con la colaboración del Club LA NUEVA ESPAÑA en las Cuencas.

La doctora Calvo es nieta de don Juan José Calvo Miguel y quiso, al iniciar su intervención "destacar el ingente trabajo de todos los miembros de la Asociación que lleva el nombre de mi abuelo y su labor incansable a favor de la cultura".

Con ella, estuvieron las jóvenes doctoras Vanesa de la Vega, Jimena González y Sara Rodríguez, todas adscritas al servicio de Neurología del hospital mierense. Tomó la palabra en primer lugar Vanesa de la Vega, que trazó un interesante recorrido por la evolución histórica de la enfermedad y aseguró que "la demencia ya aparece recogida en obras literarias de la Roma del año I antes de Cristo y siguió estando presente a lo largo del tiempo, si bien no fue hasta el año 1906 cuando el doctor Alois Alzheimer descubrió y describió la enfermedad tal y como la conocemos hoy en día".

Según De la Vega, "se desconocen las causas de la enfermedad aunque sabemos que hay factores genéticos y ambientales que en su caso pueden disponer a una persona a padecerla". De ese modo, refirió que "la edad es un factor importante ya que a partir de los 60 años crecen las posibilidades de padecer demencia y también el sexo, ya que es más frecuente en mujeres". Por otra parte, señaló que "como factores ambientales cabe destacar padecer hipertensión, diabetes, colesterol, ser fumador o consumidor de alcohol y no practicar ningún tipo de estimulación cognitiva".

"Cuando se sospecha que pueda existir una demencia, solicitamos que el paciente acuda a la consulta con un informador fiable que explique los síntomas y en su caso ayude a recordar, ya que la pérdida de memoria es uno de los primeros síntomas de un posible inicio de la enfermedad", aseveró Jimena González , que hizo especial hincapié en la necesidad de "distinguir entre los síntomas del envejecimiento, propios de la edad y la existencia de deterioros cognitivos importantes o demencias, ya que lo fundamental es que se aprecie una pérdida de la funcionalidad importante y por ello, los olvidos anecdóticos o problemas puntuales no tienen que llevarnos a una sospecha inmediata de alzhéimer".

Sara Rodríguez explicó que "para diagnosticar la enfermedad llevamos a cabo exploraciones físicas, analíticas y resonancias o TACS, y sometemos a los pacientes a la realización de tests que nos ayudarán a descartar si hay otras patologías que puedan confundirse con un alzhéimer". La doctora invocó la necesidad de "llevar una vida sana, hacer ejercicio físico moderado, tener una buena alimentación, ejercitar la mente y trabajar la prevención", ya que según aseguró "lamentablemente, hoy por hoy "no hay ningún fármaco que cure la enfermedad".