El reloj de la Casa Consistorial langreana vuelve a sonar. Se había quedado mudo en noviembre del pasado año tras una queja vecinal por el exceso de ruido que ocasionaba. Ahora, los servicios operativos han puesto en marcha en periodo de prueba un sistema que permite que se escuchen de nuevo las campanadas aunque desde ahora será sólo de siete de la mañana a once de la noche. A partir de entonces, vuelve el silencio para respetar el descanso nocturno.

El alcalde, Jesús Sánchez, aseguró que "es difícil armonizar los intereses de todos pero considera que esta es una fórmula de equilibrio". El ejecutivo municipal se encontró tras silenciar el reloj debido a la denuncia vecinal, tras comprobar que se superaba el límite establecido, con que no todos los vecinos estaban satisfechos. Algunos de ellos se dirigieron al gobierno local pidiendo que se pusiese en marcha de nuevo el mecanismo dado que las campanadas del reloj del Ayuntamiento son una tradición que hay que mantener. "Confío en que, de esta forma, se garantiza el descanso y la tradición", resaltó Sánchez.

El sistema puesto en marcha por los servicios operativos municipales permite "levantar el badajo de once de la noche a siete de la mañana para bajarlo a continuación y que empiecen a sonar las campanadas", destacó el Alcalde. "Es un método ingenioso ideado por los trabajadores del Ayuntamiento", añadió.

El reloj de la Casa Consistorial es centenario y tiene procedencia europea, aunque no se sabe si es suizo o alemán. Cuenta con un complejo mecanismo en el que cualquier modificación altera su funcionamiento. La eliminación del sonido cambió el mecanismo de pesas y poleas y provocó que atrasara, hasta que fue ajustado. Juan Jesús Pérez, relojero de La Felguera, se ocupa del cuidado de la máquina desde hace dos años.

El cronógrafo del Ayuntamiento fue reparado hace unos meses. Se limpió toda la estructura y se acondicionó en profundidad el habitáculo, entre otras mejoras ejecutadas. Los operarios cambiaron la madera de la techumbre, pintaron la habitación en la que se ubica el reloj y colocaron un pasamanos en la escalera de acceso a la zona donde está el reloj.

Pero se acometerán otros trabajos ya que el gobierno local prevé instalar unas puertas acristaladas para que los vecinos que estén interesados y las personas especializadas en la materia puedan visitarlo. Durante estos últimos meses se barajaron diferentes opciones para lograr que el reloj volviese a sonar sin producir molestias.

Al final se aplicó el sistema ideado por los servicios operativos del Ayuntamiento langreano, que se encuentra de momento en periodo de pruebas dado que podría ser necesario realizar en los próximos días ajustes.