Sotrondio se llenó ayer de solidaridad. Más de setecientas personas participaron en la carrera contra el cáncer infantil promovida por el colegio "San José", en la que estuvo presente también el "comando tortuga". Sus integrantes son Izan García Murcia, alumno del centro que se recupera de un linfoma y el corverano Yago Revuelto López, que se restablece de una leucemia. Ambos se hicieron amigos tras conocerse en el hospital durante el tratamiento y ayer corrieron con los dorsales 1 y 2 por las calles de Sotrondio, arropados por centenares de corredores y de espectadores. Lo hicieron en la prueba de un kilómetro pero también estuvieron presentes dirigiendo la prueba reina, de cinco kilómetros. Dos motoristas los trasladaron a lo largo del recorrido delante de los corredores.

"Fuimos más cómodos en moto", coincidieron los dos amigos que explican la razón por la que han decidido denominarse "comando tortuga". "Nos cansamos muy rápido y tenemos que ir despacio", indicó Yago Revuelto, de 9 años. Por la pérdida de masa muscular tras los meses de tratamiento "vamos un poco lentos", señaló Izan García, de 10 años, que agradeció a los asistentes que hubiesen participado en la carrera solidaria. Entre ellos estaban sus padres, abuelos y su bisabuela Natividad. Las últimas pruebas analíticas realizadas a los dos niños reflejan que todo va bien y van recuperando las fuerzas.

La prueba celebrada en Sotrondio, en las proximidades del colegio San José, pretendía recaudar fondos para la Asociación de Familias de Niños con Cáncer Galbán pero también convertirse en una muestra de apoyo a Izan García de sus compañeros, profesores y amigos. "La respuesta de la gente ha sido abrumadora e impresionante. Nos desbordó", aseguró Covadonga Fernández, directora del centro escolar organizador. A última hora de la tarde del viernes llevaban cuatrocientos inscritos pero esa cifra subió hasta superar los setecientos dorsales repartidos en la mañana de ayer. "Desde las nueve se apuntaron muchos más corredores", destacó Fernández. Las camisetas azules en las que se enfundaron los participantes se agotaron y también las chapas elaboradas para la ocasión.

La recaudación fue "muy buena" aunque todavía no saben cuál es la cifra exacta, indicó la directora del colegio "San José". A lo recaudado con las inscripciones y la venta de las camisetas y las chapas hay que sumar los fondos logrados con el "kilómetro cero", para aquellos que deseaban colaborar pero no iban a realizar el recorrido o no podían acudir. Esta es la cuarta prueba solidaria organizada por el centro y ha batido récords. "Tenían que organizarse muchas carreras como esta", aseguró José Antonio Murcia, abuelo de Izan.

En las pruebas de ayer (hubo cinco distancias, desde los 100 metros a los 5.000), unos optaron por correr, otros por caminar y los hubo que completaron el recorrido tirando por un carrito de bebé con dos niños o quienes eligieron como acompañante a su perro. Todos ellos recibieron en la meta un cálido aplauso.

Allí se encontraban representantes de la Asociación de Familias de Niños con Cáncer Galbán, creada en 2001. Este colectivo dispone en Oviedo de un piso disponible para los padres de los niños que reciben tratamiento en el hospital y viven lejos. "Hay atención psicológica y voluntarios" que acuden al centro hospitalario, comentaron Sara Blanco, Irene Méndez y Marta García.