Operación: investigar el pasadizo del amor de Alfonso VII. El Ayuntamiento de Aller propondrá a la dirección general de Patrimonio del Principado que estudie la aparición de un túnel subterráneo en el entorno de la torre de Soto. Los vecinos lo relacionan con lo que, hasta ahora, era sólo la leyenda más bonita del concejo. Dicen que el rey Alfonso VII de Castilla lo mandó construir para encontrarse en la intimidad con su amante, la allerana Gontrodo Petri. No había pruebas de esta historia, hasta hace unos días.

Los terrenos en los que ha aparecido el paso subterráneo pertenecen a los propietarios de la torre de Soto. Un vecino del pueblo los tiene en renta. Fue durante una obra para mejorar los accesos cuando apareció el túnel. Movieron las tierras y, unos días más tarde, una vaca se hundió en el terreno. "Ahora está tapado, pero vieron que había un pasadizo que giraba hacia la izquierda", explicó José Manuel Blanco, uno de los vecinos que participó en el descubrimiento. Todo indica que se dirigía a la torre, propiedad originalmente de Pedro Díaz. Era alcalde y caballero principal del concejo de Aller, y padre de Gontrodo Petri.

El descubrimiento ha sorprendido en el Ayuntamiento de Aller. El concejal Francisco Velasco (PSOE) aseguró que "estoy contactando con el servicio de patrimonio para que investiguen qué es exactamente ese paso subterráneo". De momento, no quieren vincularlo a la leyenda: "Podría tratarse de restos de una casa o vestigios de la Guerra Civil", señalan. El octogenario César Álvarez, que ha vivido siempre frente a esos terrenos, no recuerda haber visto nunca una construcción en el lugar.

Es el primer descubrimiento de estas características que aparece en el concejo. Velasco afirmó que "no teníamos constancia de ningún pasadizo ni paso subterráneo en Soto ni en ninguna otra localidad". A pesar de que los vecinos de Pelúgano aseguran que también aparecieron restos de lo que podría ser un pasadizo, en el entorno del palacete.

En ese palacete vivía Alfonso VII cuando se trasladaba a Aller, llamado para sofocar las rebeliones del conde Gonzalo Peláez. Así que los vecinos aseguran que ya ha aparecido el inicio y el final de ese túnel que el noble mandó construir. Si unía Soto y Pelúgano, tenía una longitud de más de siete kilómetros. Una obra de envergadura, construida por amor. De la relación entre Alfonso VII y Gontrodo nació Doña Urraca la Asturiana.