Cuando toca hablar de sexualidad con adolescentes, nada de cuentos. Sobre esa premisa nació el proyecto "Ni ogros ni princesas", que promueve la educación sexual y afectiva entre los alumnos de Educación Secundaria Obligatoria (ESO). Ana Isabel Fernández, sexóloga, ofreció ayer una charla a los padres y madres del IES Sánchez Lastra para explicarles el programa y ofrecer una serie de pautas para educar con salud también en casa: "Hay que hablar claro, nada de mentiras de las que luego no podemos salir", señaló la experta.

Ni los niños vienen de París, ni la cigüeña llega cargada cada cierto tiempo. "Cuando no respondemos a las dudas de los jóvenes, o les contamos mentiras, lo que hacen es salir a buscar la información fuera", señaló Ana Isabel Fernández. "Fuera" puede ser entre sus iguales (compañeros de clase y amigos) o a través de series, libros o programas de televisión. El resultado, según la sexóloga, es "una idea completamente equivocada de lo que es la sexualidad".

Atención a algunas de las palabras que aparecen en un "brainstorming" (tormenta de ideas), con alumnos de primer curso de ESO, sobre qué les sugiere la sexualidad: "Guardia Civil", "pinchito", "mandanga", "muñeca hinchable" y "50 sombras de Grey", entre otros. Las tres primeras palabras hacen referencia a personajes y diálogos de la serie "La que se avecina". Sobran las presentaciones para "50 sombras de Grey", trilogía erótica en la que una chica sumisa se enamora de un hombre rico y poderoso con gustos sexuales próximos al sadismo.

"La cuestión no es prohibir la visualización de contenidos, aunque sí hay que tener cierto control. Lo más importante es asegurarnos de que no interpretan esa información erróneamente", señaló. El programa "Ni ogros ni princesas" es un paso más en los programas tradicionales sobre educación sexual. "La sexualidad no puede ser entendida sólo en lo que se refiere a los órganos sexuales o la práctica del coito. Es un todo", afirmó la psicóloga.

Un "todo" que empieza porque los jóvenes conozcan y acepten los cambios que experimentará su cuerpo. El siguiente paso, el más importante, es el de quererse: "Yo siempre les digo que no pueden decir 'te quiero' hasta que aprendan a decir 'me quiero' todos los días", destacó Ana Isabel Fernández. Y el respeto: "Todos somos distintos, ahí está la grandeza de las personas. Cuando entendemos eso, el resto ya es más fácil de aprender". También reciben muchas dudas sobre la orientación sexual. Preguntas que se repiten: "¿Y cómo lo cuento en casa?". Para que esa duda no surja, la sexóloga recomienda "no perder nunca la comunicación".