El Entrego se convirtió ayer en el metro de Londres. Los alumnos del colegio Sagrada Familia organizaron un recorrido por el centro escolar recreando las principales paradas del ferrocarril suburbano de la capital del Reino Unido, en el marco de una jornada de puertas abiertas en la que el inglés fue el idioma elegido. Apenas unas horas después del atentado de Londres era muy difícil que en el ambiente no flotara lo ocurrido en la ciudad británica, aunque en el aula de primer curso de Primaria, reconvertida en la estación de metro de Westminster, no se escuchaba el eco de gritos y sirenas, sino las voces de los escolares cantando "Around the world with Willy Fog".

"Da mucha pena. No entiendo cómo pasan cosas así", reflexionaba Elena Lara Alonso, alumna de sexto de Primaria y una de las estudiantes que se encargó de guiar a los padres en la visita. Patricia Suárez, profesora de Inglés y coordinadora del Plan Integral de Plurilingüismo Educativo (Pipe) del centro, indicó, por su parte, que "los chavales preguntaban cosas del atentado porque la verdad es que ha sido algo muy doloroso".

El recorrido se inició en el patio del colegio, transformado para la ocasión en la terminal de llegadas del aeropuerto de Heathrow. Allí, varios alumnos ataviados como guías turísticos explicaban a las familias en un perfecto inglés lo que iban a visitar a lo largo de la jornada. Los padres y madres también recibieron un plano del metro de Londres con las paradas que iban a realizar y una tarjeta de embarque para el vuelo de vuelta de la compañía Pipe Airlines.

La primera parada del metro fue "Piccadilly Circus" o, lo que es lo mismo, la guardería y el aula de educación infantil, donde los más pequeños entonaron una canción sobre las horas. La estación de Westminster estuvo dedicada a Willy Fog con otra actuación musical en la que los escolares emularon al protagonista de la serie televisiva de dibujos animados y a otros de sus personajes como Romy, Rigodón o Tico parapetados tras unas coloridas caretas.

Clase de magia

Sólo a unos escalones de distancia, en la parada de King's Cross (el aula de quinto de primaria) los alumnos, vestidos con los uniformes del colegio Hogwarts de Magia y Hechicería, esperaban, escoba en mano, para participar en una clase práctica de Quidditch.

A lo largo del trayecto hubo una abundante presencia de agentes de policía y del servicio de seguridad, aunque su misión era "guiar a los padres y madres por el colegio para que no se perdieran y vigilar que se hablara inglés", esgrimió Eidan Valles Pérez, alumno de sexto.

El "viaje" por Londres concluyó en la estación de Waterloo, habilitada en el aula de cuarto curso de Primaria, donde los estudiantes cantaron la canción "Waterloo" de "Abba", acompañada por una animada coreografía. "Creo que se trata de una forma diferente de dar a conocer el centro y de una actividad interesante para practicar el inglés y para que los chavales se acerquen a una ciudad como Londres en la que en un futuro pueden estudiar, trabajar o simplemente visitar", concluyó Patricia Suárez.