La XXVI Semana Social organizada por la Parroquia de San Pedro de La Felguera se desarrolla este año bajo el epígrafe "Dignidad inalienable de la persona y la salud mental" y en el marco de la misma tuvo lugar la conferencia "La enfermedad de Parkinson y la Asociación Parkinson de Asturias". La ponencia se celebró en la Casa de Cultura "Alberto Vega" de La Felguera y contó con la colaboración del Club LA NUEVA ESPAÑA en las Cuencas.

Yolanda Villanueva, trabajadora social de la Asociación Parkinson Asturias tomó la palabra para hablar de la organización, "que tiene como objetivo primordial mejorar la calidad de vida tanto de las personas afectadas como de sus familias", según expresó. "Cuando me dijeron que tenía párkinson creí que me caía el mundo encima y durante seis años no quise ni que se hablase de ello en mi presencia", aseguró Hilda Álvarez, enferma "desde hace 22 años". Álvarez ofreció un testimonio lleno de esperanza y optimismo y puso de manifiesto "la necesidad de afrontar la enfermedad con positividad", al tiempo que evidenció que "llegar a la asociación y ver que había gente peor que yo que sin embargo era feliz me hizo tomar las riendas de la situación y hasta he descubierto, gracias al párkinson, que puedo hacer muchas cosas que antes ni contemplaba como escribir relatos que han sido premiados en varios concursos". A Leocadia González el diagnóstico le llegó a los 54 años "y también supuso un jarro de agua fría, si bien desde el primer momento me empeñé en operarme", manifestó. Efectivamente, la operación llegó diez años después y consistió en la implantación de unos electrodos en la cabeza y un neuroestimulador en la zona del vientre "que junto a la medicación que recibo han hecho que los signos de la enfermedad se vayan controlando", aseveró.

"El párkinson es una enfermedad degenerativa, crónica y progresiva, cuyo síntoma por excelencia es la lentitud de movimientos, si bien se suelen presentar también temblor, rigidez, inestabilidad postural, problemas del lenguaje y en la deglución además de depresión, falta de equilibrio y dificultad respiratoria. No mata, se puede vivir aceptablemente con ella". Así lo aseguró la neuróloga Renée Ribacoba, asesora científica de la Asociación Parkinson Asturias. La doctora evidenció la necesidad de seguir investigando y de efectuar un diagnóstico precoz de la enfermedad y explicó que "hoy por hoy los tratamientos existentes no garantizan la curación si bien las actuaciones en el ámbito farmacológico, quirúrgico y rehabilitador consiguen mantener o al menos prolongar la funcionalidad del paciente durante el mayor tiempo posible".