Los trabajadores del turno de noche de la conocida panadería Los Chatos de Pola de Lena empezaron a escuchar "ruidos raros, como estallidos" pasadas ya las tres de la mañana. La intensidad de las explosiones fue en aumento, así que salieron fuera para ver qué estaba ocurriendo. Lo que vieron les dejó atónitos: una antigua carpintería, ahora almacén de un bazar chino de la Pola, estaba en llamas. "Iluminaba toda la Pola, creíamos que nos iba a tragar el fuego", afirmaron. Veinticinco vecinos de las calles Vicente Regueral y Capitán Escalada (en la que se encuentra el inmueble) fueron desalojados durante una hora, mientras bomberos de Mieres, Proaza y La Morgal trabajaban para extinguir el fuego. La investigación de lo ocurrido está en manos de la Guardia Civil, que no descarta ninguna hipótesis. Es el cuarto incendio relacionado con negocios chinos desde que empezó el año.

A María Luisa Álvarez también la despertaron esas "explosiones". "Serían las tres de la mañana y sonaba como si fueran petardos", señaló esta mujer, que vive justo enfrente del edificio afectado. Escuchaba gritos y quiso llamar a los bomberos, pero ya se le habían adelantado desde la panadería Los Chatos. El Centro de Coordinación de Emergencias recibió el aviso, concretamente, a las tres y media. En la llamada señalaban que estaba quemando un almacén y había mucho humo.

Una gran columna de humo cubría todo el cielo. Desde el quinto piso de un portal de la calle Vicente Regueral, Pedro Vázquez también asistió atónito al espectáculo de las llamas: "Nunca había visto un incendio de este calibre en el centro de la Pola, estábamos preocupados por lo que pudiera pasar", afirmó. Afortunadamente, ninguna persona se vio afectada. La rápida intervención de los bomberos, que dieron por controlado el incendio a las cuatro y veinte, permitió que los vecinos volvieran pronto a casa. De hecho, a las cinco menos cuarto ya pudieron regresar a las viviendas colindantes.

No durmieron nada. "Yo traigo el susto aún en el cuerpo", reconoció María Teresa Fernández. Y eso que a ella, el incendio, la pilló un poco más lejos: en la calle Menéndez Pidal. Aún allí, a unos seiscientos metros, se escuchaban los estruendos y brillaban las llamas: "Yo pensé que estaba quemando el edificio de al lado mío, me llevé un susto de muerte", señaló. Por la mañana, a las ocho y media, ya recorrió el barrio para ver el inmueble calcinado.

Es un almacén con historia. Durante décadas estuvo ocupado por la carpintería "Delfín". Aunque antiguo, estaba en perfectas condiciones. El incendio quemó por completo la cubierta y dejó las paredes muy afectadas. La familia china, con el bazar en la calle Marqués de San Feliz, tiene el almacén en renta. La propietaria del inmueble, junto al dueño de la tienda, acudieron ayer a primera hora para evaluar los daños. Estuvieron acompañados por una patrulla de la Guardia Civil del concejo. La investigación está ahora en manos de la Policía Judicial y, por el momento, "no se descarta nada". Ni siquiera que la quema pueda estar relacionada con otros incendios de negocios chinos en la región. El de un establecimiento en Sotrondio pudo ser intencionado y provocado por unos ladrones que habían entrado en una peluquería. Sí está claro que esta familia oriental es muy querida en la localidad: "Están muy adaptados e implicados en la vida social y en el colegio de sus niños".