El PSOE de Aller ha pasado en menos de una semana de sustentar el gobierno local con un equipo de seis concejales a quedarse sin representación en un municipio que ha gobernado durante casi 40 años. La apertura de juicio oral al Alcalde y el inicio de un procedimiento de expulsión del partido ha desencadenado una rebelión que ha terminado con todo el gobierno local renunciando a las siglas socialistas y reclamando su transmutación en no adscritos. El golpe se ha sentido con fuerza en todo el PSOE asturiano, pero el impacto ha sido devastador para la agrupación allerana: "Me siento engañado; hace apenas un mes David (Moreno) me dijo que lo quería dejar. No nos separábamos ni nos merecíamos este trato". Es el lamento de Ángel García, el hombre que hace dos años aceptó ponerse al frente de una gestora tras el resquebrajamiento interno que supuso la ruptura con los críticos por la continuidad del regidor.

El PSOE allerano está consternado y lo que en principio era apoyo a David Moreno se ha convertido en queja. Los afiliados celebraron ayer por la noche una asamblea. El secretario del partido aseguró no compartir la decisión que ha adoptado el regidor y sus cinco concejales fieles. De momento, prefiere hablar a título personal, al margen del cargo que ostenta: "La postura oficial de la agrupación la tomaremos entre todos, pero no puedo dejar de decir que han hecho mucho daño".

Ángel García está dolido y se siente en parte traicionado: "Somos los primeros en defender la inocencia de David, pero no se ha portado bien, ya que el partido no tiene la culpa de que se le haya abierto juicio oral y él sabía qué consecuencias tendría esta circunstancia". El dirigente asegura que el enroque del regidor no era algo que se esperase a nivel interno: "Siempre hemos entendido que su intención era la de apartarse si la situación llegaba al extremo actual". Es más, García desveló ayer una conversación que tuvo con el regidor hace no más de un mes: "Tras una reunión en Oviedo me dijo que estaba muy desanimado y que lo que quería dejar. Yo mismo tuvo que animarlo para que siguiera hasta que hubiera un desenlace sobre su encausamiento".

Mientras el PSOE se lame las heridas, el PP cada vez tiene más claro que tendrá que dar un paso al frente: "A estas alturas está claro que la única opción es una moción de censura", remarcó Juan Antonio del Peño. El portavoz municipal culpó a los concejales socialistas de llevar al Ayuntamiento al borde de precipicio: "Si hubieran seguido en sus puestos todo hubiera sido sencillo. Hubieran contado con la oposición para seguir gobernando". Cerrada esta puerta, Del Peño pidió ayer al resto de fuerzas de la oposición un ejercicio de responsabilidad política: "La única salida es un gobierno de emergencia sin siglas". El PP ya no suaviza su discurso al hablar del Alcalde. "Es un sinvergüenza, sin más, y así de claro. No le importa aislar al Ayuntamiento. Sabe que como tránsfuga no será recibido ni por el gobierno central, ni por el regional, ni en Acom ni en ningún organismo público, pero le da igual".

Cualquier alternativa para desalojar al Alcalde pasa por PP e IU. La portavoz de la coalición, Marián Iglesias, se mantiene coherente con su discurso: "Este escenario era impensable y nosotros somos asamblearios, por lo que haremos lo que digan las bases".