La Policía Local de Langreo detuvo en la madrugada de ayer, en Sama, a tres menores acusados de robar poco antes varios teléfonos móviles y tablets en un establecimiento de electrónica en la plaza del Ayuntamiento. Los tres jóvenes tienen 12, 15 y 16 años de edad y son vecinos de La Felguera. La Policía Nacional, que se encarga de la investigación, sospecha que los menores pueden estar relacionados con el asalto de seis vehículos que tuvo lugar en la madrugada del miércoles en el paseo de Los Llerones, también en Sama.

"Hay sospechas de que se pueda tratar de las mismas personas que causaron los daños en los vehículos estacionados en Sama, pero la investigación está en marcha y todavía no está confirmado", explicaron responsables de la Policía Nacional, que precisaron que, por el modus operandi empleado, ya existían indicios desde un principio de que los presuntos autores de los robos y destrozos perpetrados en los turismos fueran menores de edad.

El arresto de los tres jóvenes se produjo en la madrugada de ayer, sobre las 6.00 horas, en el parque Dorado de Sama, después de que se registrara un robo en un establecimiento de electrónica de la plaza de España, en las proximidades del Ayuntamiento. Los agentes de la Policía Local que realizaron la detención hallaron en poder de los jóvenes un lápiz de memoria, una tablet y seis teléfonos móviles.

Martillo

Los responsables de la tienda denunciaron la desaparición de once móviles y tres tablets, lo que asciende, según sus cálculos, a 1.550 euros. La luna de uno de los escaparates fue fracturada con un objeto contundente. El encargado del establecimiento expuso que en la calle, a escasos metros de la tienda, fue hallado un martillo compacto similar a los que suelen emplearse para romper los cristales en casos de emergencia en los transportes públicos. Su intención era llevarlo a la Policía por si podía ayudar para esclarecer el caso.

Los coches que aparecieron asaltados en el paseo de Los Llerones presentaban destrozos en puertas y lunas, y signos de haber sufrido robos en su interior. Los vehículos estaban aparcados en las inmediaciones de la estación de la antigua Feve en Sama, una zona de colegios poco transitada por las noches.