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Las pomaradas de las antiguas minas exteriores, castigadas por la fauna salvaje

El grupo Trabanco se ve obligado a replantar los manzanos de la vieja mina a cielo abierto de la Braña'l Río

Plantación de manzanos en una antigua mina a cielo abierto de Langreo.

El grupo Trabanco replantará todos los manzanos de la antigua mina a cielo abierto de la Braña'l Río, en Langreo, ante el escaso desarrollo de los árboles que habían sido llevados a la zona y los daños ocasionados por la fauna salvaje. La previsión es que, cuando los terrenos estén a pleno rendimiento, cuenten con unos 4.000 manzanos orientados a la producción de sidra. Las pomaradas de la Braña'l Río, de nueve hectáreas, y la de Pampiedra, de cinco, son las dos únicas que todavía no están en producción de las aproximadamente 60 hectáreas de manzanos que Trabanco posee en antiguas minas a cielo abierto de las Cuencas.

"Todavía quedan unos ocho años para que empiecen a producir a buen ritmo", explicó Samuel Trabanco, responsable del grupo empresarial sidrero, que añadió: "En el caso de la Braña'l Río hemos optado por replantar porque las plantas que habíamos llevado no han tenido el desarrollo que esperábamos y buena parte de los terrenos también se han visto afectados por daños de corzos y jabalíes. Nosotros podemos reforzar el vallado, pero la única manera de afrontar ese problema es el control de la población de la fauna salvaje".

El Grupo Trabanco cuenta con pomaradas que ya están en producción en Mozquita-Matona (entre Mieres y Langreo); Morgao y Pumardongo (Mieres); y San Pedro de Anes (Siero). En las Cuencas también hay otras 30 hectáreas de manzanos de sidra, también ubicadas en la primitiva mina a cielo abierto de Mozquita-Matona, que pertenecen a Gold Fruits. El pasado año, esta firma vendió la mitad de su producción a Trabanco y el 50 por ciento restante a Sidra Menéndez. Durante los cinco años anteriores, Trabanco tenía firmado un contrato de arrendamiento de para el aprovechamiento de las fincas de manzanos de sidra de Gold Fruits.

En las plantaciones de Trabanco también se han instalado sistemas de riego por goteo, con el objeto de garantizar su producción ante posibles sequías. Este tipo de regadío ya está implantado en Morgao y San Pedro de Anes. "La idea es llevar el sistema también a la Braña'l Río y Pampiedra en un futuro. En Mozquita no es necesario porque hay bastante humedad y el mismo rocío mantiene en buen estado los cultivos", apuntó Trabanco.

Hunosa impulsó hace dos décadas la creación de plantaciones hortofrutícolas en primitivas escombreras y explotaciones a cielo abierto con un doble objetivo: buscar nuevas vías de diversificación económica y recuperar los suelos afectados por la actividad extractiva. De forma experimental se plantaron arándanos, tomates, viveros forestales y pomaradas. La manzana fue el fruto que se adaptó de forma más exitosa.

Las pomaradas de las antiguas minas a cielo abierto de Hunosa se encuentran a una altura entre 250 y 500 metros, lo que ofrece varias ventajas. Al estar a más altura el calibre y la calidad del fruto son mayores. Además, las oscilaciones entre las temperaturas máximas y mínimas potencian el sabor de la pieza. A estos condicionantes se unen factores específicos de las antiguas fincas de Hunosa, como su buena orientación al sol, la protección del viento y la resistencia a las heladas tardías.

La contrapartida es que han necesitado una mayor proporción de abonos y nutrientes, al tratarse de suelos "nuevos" a los que hay que ayudar a asentarse. Hace dos décadas el Grupo Trabanco entró en contacto con Hunosa. El lagar gijonés fue alquilando de forma progresiva las pomaradas y cinco años después ejecutó la opción de compra.

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