Panadería Juaky continuará con actividad por el momento. Los propietarios de la empresa presentaron ayer un documento en el Ayuntamiento de Langreo que ha hecho que se paralice temporalmente la medida hasta que se proceda a un análisis.

La compañía debería de hacer ayer efectiva la orden de clausura de su obrador de La Felguera pero a última hora se suspendió. Los técnicos municipales "examinarán si se ha modificado la situación", aseguró el Alcalde, Jesús Sánchez. "Aunque reiteran que no están de acuerdo con las mediciones realizadas, afirman que se han tomado medidas buscando bajar el nivel sonoro. Lo analizaremos", indicó el regidor langreano.

Por su parte, los responsables de Panadería Juaky afirman que están convencidos de que "se cumple con la normativa" y piden que se realice otra medición para corroborarlo.

La instalación actual, emplazada en la calle Emilio Alarcos de La Felguera, está afectada por una orden de cierre por sobrepasar el límite de decibelios. El Ayuntamiento dictó la resolución de cierre del obrador como consecuencia de la denuncia presentada por una vecina por el ruido que genera la instalación, el 15 de enero de 2016. Se inició en ese momento un proceso que, tras dos mediciones que arrojaron un resultado de 31 decibelios (el límite esta 25 más un margen de error de 5), se tradujo en la orden de clausura, emitida el 19 de diciembre y con un plazo de un mes para hacerse efectiva. Los representantes de Juaky solicitaron la suspensión cautelar ante los tribunales, una petición que el Juzgado de lo contencioso-administrativo número 6 de Oviedo desestimó.

Días atrás, Panadería Juaky aseguró que tendría que despedir a sus 17 trabajadores al no poder mantener la actividad como consecuencia del cierre de su obrador. La resolución "no nos deja otro remedio que cerrar las tiendas y mandar a la gente al paro; quizá podamos mantener dos de las seis tiendas abiertas con otros tantos puestos de trabajo, habrá que estudiarlo", indicaron los responsables de la empresa. El regidor, Jesús Sánchez, manifestó entonces que se trataba de "la decisión más triste desde que soy alcalde", motivada, según explicó, "porque los empresarios no presentaron ni un compromiso creíble" para trasladar la actividad del obrador. El Alcalde indicó que se procedería a cumplir la ley porque "no podemos esperar más".

Panadería Juaky había pedido hace dos semanas "mes y medio o dos meses" al Ayuntamiento para poder trasladar su actividad y poner en funcionamiento, de manera provisional, un nuevo obrador.