En su constante labor divulgativa, la sede mierense de la Asociación Española contra el Cáncer organizó la conferencia titulada "Tumores ginecológicos", impartida por la doctora María José Díaz García, adjunta del Servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital Álvarez-Buylla, un acto que tuvo lugar en la Casa de Cultura y que contó con la colaboración del Ayuntamiento mierense y del Club LA NUEVA ESPAÑA de las Cuencas.

"Es necesario hablar de otros tumores, no solo el de mama, y asumimos el compromiso de informar a la población sobre todo ello, intentando siempre aportar una visión positiva, pues afortunadamente, en la lucha contra el cáncer se producen continuos avances", manifestó Loli Olavarrieta, Presidenta de la sede local de la AECC.

La doctora Díaz García comenzó explicando de forma esquemática la anatomía genital femenina para, después, detenerse en el estudio pormenorizado de los tipos de cánceres ginecológicos más frecuentes. Así, expuso que "la ausencia de programas de cribado impide disponer de información completa sobre el cáncer de vulva, si bien se sabe que, siendo de incidencia baja, se está observando un incremento en los últimos años, principalmente entre mujeres de edad avanzada". En cuanto a los tumores que afectan a la vagina, la doctora señaló que "son poco frecuentes, afectando principalmente a mujeres mayores y, debido a la falta de constancia en las revisiones, su diagnóstico suele ser tardío". El cáncer de cuello de útero o cérvix, es una variedad que afecta a la población más joven, producido por el virus del papiloma humano y que se ha convertido en una prioridad oncológica dada su incidencia en el mundo desarrollado debido, en buena medida, a los hábitos sexuales actuales, pues el virus se transmite en las relaciones sexuales. "Con los programas de vacunación y siguiendo unos controles periódicos, nadie debería tener un cáncer de cérvix", afirmó la ginecóloga, que llamó a la concienciación acerca de la importancia de vacunarse.

"En las fases iniciales no hay unos síntomas evidentes. Por ello son tan importantes las revisiones periódicas, pues detectado a tiempo tiene buen pronóstico. El peligro está en las mujeres que no acuden a las consultas", advirtió la doctora Díaz, algo también aplicable al cáncer de útero, el más frecuente de los tumores ginecológicos, con incidencia en las mujeres posmenopáusicas y que en fases precoces presenta un índice de curación superior al 80%. Situación similar sucede con el cáncer de ovario, de baja incidencia, pero alta mortalidad, pues no revela ninguna sintomatología hasta hallarse en grado avanzado. "Conviene estudiarlo si existe predisposición genética, si hay antecedentes familiares", dijo la doctora, "Aún hay demasiadas mujeres sin hábito de revisar su salud ginecológica y en ellas se concentra el riesgo de padecer un cáncer que no sea diagnosticado y tratado a tiempo".