Ni el orbayu, ni Pelayo, ni la fabada, ni el tan admirado cachopo. Si Asturias tiene un rey, o en este caso una reina, esa es la sidra. Y ayer en Langreo así lo hicieron ver. Festejos de San Pedro celebro ayer la vigésimo primera edición de las jornadas de la sidra natural de La Felguera, con la presencia de doce lagares y de unas tres mil personas según la organización.

Los asistentes disfrutaron de una jornada inmejorable. Buen tiempo, calor, y buena sidra. Ingredientes perfectos para un día especial. Por la mañana, se abrieron las botellas para proceder a una degustación popular. Como en otros certámenes similares, los asistentes que adquirieron el vaso conmemorativo, ilustrado esta vez con una estampa de la estación de Vega, tuvieron a su disposición toda la sidra que les apeteció. El parque Dolores Fernández Duro se quedó pequeño para albergar a todas las personas que se acercaron. Por la tarde, también hubo actividad, con un concurso de escanciadores, que aunque en esta edición no fue puntuable para el circuito regional, los organizadores esperan que cobre este honor en el próximo certamen.

Durante la jornada, los asistentes también pudieron votar por el mejor llagar. De esa votación popular salió un ganador, que en esta ocasión se quedó en casa. El llagar langreano Alonso se hizo con el título honorífico.

Para mañana, las jornadas se clausurarán con una nueva degustación del mejor caldo de manzana, que además estará acompañada por otra de las señas de identidad de Asturias: la tonada. Cinco contrastados artistas serán los encargados de poner la banda sonora al festival.