Los lobos han vuelto a hacer de las suyas y, una vez más, muy cerca de las casas, en ladines, concejo de Sobrescobio. El ganadero lavianés Manolo Martínez ha visto como en una noche se ha quedado sin 16 cabezas entre ovejas y corderos, que fueron atacadas de madrugada por los cánidos. "Ya no me queda ni una", señalaba ayer apesadumbrado el ganadero.

Martínez explicó que la tarde del viernes decidió subir a una finca que tiene en Ladines a los 16 animales que tenía. "Ya iba a dejar allí a las ovejas hasta el invierno", indicó. La finca, al lado de la iglesia, se encuentra muy cerca de las casas. No fue impedimento para los cánidos se durante la noche se dieron su particular festín.

Ayer por la mañana se llevó una tremenda sorpresa y decepción. "Subí a ver cómo estaban y me encontré con los 16 animales devorados", afirmó Manolo Martínez. Llamó a la Guardería, que ya ha visitado la finca y ha tomado nota de lo que se encontraron. El ganadero no sabe cuánto dinero le ha supuesto el ataque de los lobos, pero precisa que "tenía ocho corderos ya grandes".

"Luego nos vienen a decir que los lobos son buenos y que no hay que controlar la población", señala este ganadero, que se mostró indignado ante la falta de soluciones y la impotencia de los propietarios de ganado que no pueden hacer nada frente sus ataques.

El último se produjo dos días después de que cerca de doscientas personas asistieran a una protesta organizada en Campo de Caso. Los ganaderos del parque de Redes exigieron el cumplimiento del plan del lobo, cuyas cuotas de sacrificio de animales "no se está llevando a cabo" y piden una optimización del sistema de cobro de los daños. Denunciaron también que los lobos se están paseando a apenas metros de las casas. En dos ataques consecutivos, durante dos noches, acabaron con la vida de siete ovejas. La última prueba fue el ataque a la cabaña ganadera de Manolo Martínez, que se ha quedado sin ningún animal.