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Galerías Fuente cerrará tras 75 años de actividad en La Felguera

El emblemático establecimiento, uno de los más longevos del Valle, ha sido regentado por tres generaciones de la misma familia

El establecimiento de La Felguera. FERNANDO RODRÍGUEZ

Galerías Fuente echa el cierre. El emblemático establecimiento textil -ubicado en la calle Melquíades Álvarez, a pocos metros de la antigua factoría de Duro Felguera- cesará su actividad el próximo 31 de mayo, después de 75 años en funcionamiento. "La verdad es que da mucha pena porque es parte de La Felguera. La gente que viene a comprar me preguntan si pueden hacerse una foto de recuerdo; hay clientes que me conocen desde que era una cría y venía por la tienda a hacer los deberes", relata María Fuente Quesada, tercera generación de la familia que ha regentado desde su inauguración Galerías Fuente, uno de los negocios más longevos de la comarca.

Todo empezó por una bomba. La primitiva tienda abierta por Paulino Fuente y su esposa Sara Álvarez, ubicada en el mismo lugar que el establecimiento actual, quedó reducida a escombros por un bombardero aéreo durante la guerra civil. "Ellos vivían encima de la tienda y cuando llegaron los aviones se fueron al refugio. La cocinera que trabajaba para mis abuelos se negó, dijo que ella no se marchaba de su cocina. No quedó nada en pie salvo la cocina; hubo que pedir una escalera a la Ercoa para bajarla de allí", explica Fuente.

Los padres de Paulino Fuente eran vascos, de Amorebieta, y habían emigrado a Langreo para vender licores a los obreros de la factoría de Duro: "Mis abuelos había hecho mucho dinero. Vivían fuera, en Madrid y Barcelona, durante largas temporadas y no llevaban directamente la tienda. Mi abuelo abrió la nueva tienda a principios de loas años cuarenta y la puso en manos de dos hermanastros. Años después, pasó a mi padre Jesús".

Jesús Fuente, con la ayuda de su mujer María de la Consolación Quesada, regentó el negocio familiar hasta su fallecimiento. Después tomó las riendas su hija María: "Yo hice Magisterio, pero tenía claro desde pequeña que quería dedicarme a la tienda. Mi hermana Ana Berta es enfermera y no le gustaba esto, así que yo me hice cargo".

Han pasado 26 años desde entonces. El establecimiento, que originariamente "vendía de todo" -desde uniformes militares hasta botones, fiambreras, mantillas y papel de cartas para pésames- fue especializándose en la venta de telas y prendas de vestir. Tampoco han faltado las anécdotas, como apunta Ana Berta Fuente: "A mediados de los años ochenta hubo una época en la que éramos la tienda más robada de Asturias; entraron 56 veces en la tienda en un año. Nuestra madre se plantó en el despacho del delegado del Gobierno y consiguió que pusieran a patrullar a dos policías durante varios días". "Thor", un pastor alemán que no dejaba que nadie ajeno a la tienda pasara al otro lado del mostrador, también ayudó a que cesaran los robos.

Ahora llega el momento de cerrar : "Mi marido es ingeniero y viaja mucho por trabajo. Lleva tres años en Chile e iré con él. No tenemos hijos y mi hermana tampoco, así que no hay nadie que siga con el negocio", concluye María Fuente.

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