Los dos dueños de la empresa Nalón Carcami, que explota el restaurante de la cadena Burger King en el centro comercial de El Entrego, se enfrentan a penas de dos años de cárcel (según la petición de la fiscalía) y de tres (según solicita Comisiones Obreras, que ejerce la acusación particular) por coaccionar presuntamente a sus trabajadoras para que no votaran la lista de CC OO en las elecciones sindicales. Tres empleadas fueron despedidas después de que la central ganara los comicios, aunque tuvieron que ser readmitidas por sentencia judicial. La vista tendrá lugar mañana a las 10.30, en el juzgado de lo Penal de Langreo. A la misma hora está convocada, frente al juzgado, una concentración de apoyo a las trabajadoras.

La fiscalía sostiene que en junio de 2015, los acusados, al tener conocimiento de que una de las trabajadoras, Rosana Pérez, se presentaba por CC OO, con "la finalidad de interferir en las elecciones y de evitar la presentación de esta candidatura" pidieron a a la jefa de personal que comunicara a las trabajadoras que la dirección de la empresa "no deseaba" que saliera elegida. Si salía, habría "represalias y también contra las trabajadoras que la hubieran votado". La jefa de personal transmitió lo indicado por sus jefes telefónicamente a Pérez, así como a toda la plantilla del centro, en una reunión.

Pérez salió elegida y los acusados "procedieron a despedir a los trabajadores o a no renovar a las empleadas con contrato temporal que habían votado por ella". Los despidos fueron declarados nulos por el juez. Dos de la trabajadoras, Sandra González y Estela Felgueroso, fueron readmitidas y otra llegó a u acuerdo económico con la empresa. La fiscalía pide dos años de cárcel para los propietarios por un delito contra los derechos de los trabajadores o, subsidiariamente, un delito de coacciones.

CC OO vas más allá y pide tres años por coacciones y amenazas. "Cosas como estas no pueden pasar en el siglo XXI", indicó Esther Barbón, secretaria comarcal de CC OO.