Si algo hace la Asociación Cultural y Minera "Santa Bárbara" es dar cuerda a la historia. Mantenerla con ritmo, que no se pierda ni un segundo. Es por eso que el grupo de arqueología industrial de la entidad acaba de cumplir un nuevo reto: limpiar y asegurar el funcionamiento del primer reloj que coronó el Ayuntamiento de Mieres. Se trata de la pieza que estaba en la iglesia de Ujo y que, a partir de ahora y ya restaurada, se expondrá en la Casa de Cultura "Teodoro Cuesta".

Paciencia y mimo. Fue lo que derrocharon Gumersindo y Miguel Ángel Fernández, José Luis Soto, Ángel Iglesias Vallina y Rolando Díez para la restauración del reloj. "Lo desmontamos todo, pieza a pieza, lo limpiamos bien y lo volvimos a montar", explicó Fernández. Ninguno tenía experiencia en el montaje de estas piezas, pero dicen que los mineros son muy apañados: "Un compañero mío decía 'dame un hachu y tablones, que te saco unos palillos'. Y podía hacerlo de verdad", bromeó Soto.

Lo que no es broma es que el reloj luce como nuevo. Pero una placa afirma que es del año 1886 o, al menos, en esa fecha se instaló en el Ayuntamiento de Mieres. La historia la conoce bien Miguel Ángel Fernández, que explicó que "luego estuvo guardado durante unos años, hasta que un concejal que era de Ujo lo reclamó para la iglesia del pueblo". Ocurrió en 1952.

Y en el campanario estuvo hasta hace unos meses. El párroco de la localidad, Luis Cuervo, llamó a la entidad para devolverlo: "Es que es engorroso porque hay que darle cuerda todos los días. El sacerdote ya está algo mayor para andar por las escaleras a diario", señaló Soto.

Ahora, Ujo tiene un nuevo reloj para su iglesia y esta "reliquia" también ocupará un lugar de lujo: "Nuestro objetivo es poner al alcance de los vecinos la historia de Mieres. Es por eso que acompañarán la vitrina de una placa explicando cada paso del reloj por el municipio. Y una última curiosidad: el nombre del alcalde que colocó el reloj, en 1886, aparece en la placa original como Manuel Méndez Frelles. En realidad, era Manuel Méndez Trelles. Una errata de 131 años.