Desde que los equipos asturianos retornaron al grupo primero de Segunda B, en la temporada 2011-2012, las permanencias en la categoría suelen ser caras. Los conjuntos que luchan por permanecer en la división de bronce del fútbol español deben sumar 44 ó 45 puntos si quieren prolongar su estancia en la categoría durante una campaña más.

En la pasada temporada, en este grupo primero, el Arandina tuvo que sumar 45 puntos para lograr la permanencia. En puestos de play-off cayó el Cacereño, con 43, mientras que el Sporting B descendió directamente con 42 puntos.

En la campaña 2014-2015, quien se salvó fue el Lealtad. Lo hizo con 44 puntos. El Avilés, que terminó descendiendo en play-off, sumó 43 puntos, los mismos que un Langreo que cayó a la Tercera División. Un año antes, el Coruxo lograba salvarse con 44 puntos. Era el Caudal el equipo de play-off de descenso -terminaría siendo derrotado por el Atlético de Madrid B en esta eliminatoria- con 39 puntos, uno menos que la SD Logroñés, equipo que con 38 puntos se fue directamente a Tercera.

Con 45 puntos se salvó el Guijuelo en la 2012-2013. Los chacineros sumaron dos más que un Zamora que logró aferrarse al play-out tras una agónica victoria en el Antuña. El San Sebastián de los Reyes se bajó a Tercera con 43 puntos. En la temporada 2011-2012 fue el Alcalá el que se salvó con 44 puntos, los mismos que un Conquense que promocionó y dos más que el descendido Toledo.

Actualmente, el Caudal Deportivo de Mieres cuenta con 42 puntos. Dos o tres puntos les servirían para alcanzar la cifra 'mágica' de las últimas campañas y lograr la permanencia.