El Ayuntamiento de Mieres ha declarado en ruinas uno de los mayores inmuebles de Requejo. Se trata de las instalaciones que albergaron el popular almacén de piensos Casa Feito. Este complejo, que cuenta casi con mil metros cuadrados de superficie, fue adquirido por un empresario local hace más de quince años. El plan era construir un hotel, un proyecto que pese a que inicialmente tuvo una gran acogida en el Ayuntamiento, finalmente expiró víctima del bloqueo urbanístico que sufre el barrio fundacional de Mieres desde mediados de los noventa. El empresario que en el año 2000 adquirió la propiedad para luego chocar con la imposibilidad de obtener una licencia de obra se enfrenta ahora a un requerimiento de derribo. En su momento pagó por la propiedad, elaboró un proyecto, para luego no permitirle rehabilitar el edificio. Ahora tiene que demolerlo, un actuación que rondaría los 30.000 euros.

Los vecinos de Requejo llevan años denunciado el deterioro que sufren sus propiedades inmobiliarias debido a que no pueden abordar obras de rehabilitación. El fracaso del ambicioso proyecto hotelero impulsado en su momento por el agente de viajes Celestino Riestra ilustra perfectamente la "desidia y abandono" que castigan a Requejo desde hace más de veinte años.

Este empresario, tras recibir inicialmente el visto bueno del Ayuntamiento, compró el citado inmueble. Desarrolló un ambicioso proyecto y justo cuando se dirigió a la administración local para solicitar las licencias de obra se encontró con que no le concedían los permisos. "Hasta ese momento se nos había dicho que no habría problemas e incluso el por entonces concejal de Urbanismo -Luis Álvarez Payo (IU)- hizo declaraciones públicas sobre la actuación. Pero al final, de repente, todo cambio y nos pararon el proyecto", recuerda el propio Riestra.

El problema de Requejo se remonta a principios de la década de los noventa, cuando un constructor compró una antigua casona y la derribó para construir un bloque de pisos. El Ayuntamiento decidió actuar para frenar que el auge urbanístico engullera el casco viejo de Requejo. La intención municipal era desarrollar un plan de reforma interior que pusiera coto a los desmanes inmobiliarios y mantuviera la tipología. Los años fueron pasando y se decidió entonces modificar todo el Plan General de Ordenación Urbana, un proyecto que lleva más de una década de gestación. Y mientras, la mitad de la casas del embrión de la ciudad ya están en el suelo o amenazan ruina.

El corazón de Requejo, el gastado enclave que se oculta tras la emblemática plaza sidrera, está conformado por unas treinta casas de dos pisos de altura. "La mitad están en ruinas", denuncian los vecinos. El edificio comprado con fines hoteleros es de los que peor está. Parte de la techumbre está en el suelo. Su destino hubiera sido otro si el Ayuntamiento hubiera permitido su rehabilitación. El hotel previsto iba a levantar sobre una altura de únicamente tres plantas. Hubiera dispuesto de un patio interior para exposiciones y otras actividades culturales. El comedor era para unos 140 comensales y se querían ofertar cuarenta habitaciones. Todo ellos gestionado además por una de las empresas de ocio turístico más respetadas de Asturias.