Los lobos han vuelto a atacar en plena localidad de Campo de Caso. Lo hicieron en la madrugada del martes al miércoles, y los daños que causaron fueron muy cuantiosos: murieron y están desaparecidos un total de diez animales, entre ovejas y corderos. "Estamos impotentes, no podemos ofrecerles soluciones a nuestros ganaderos porque no podemos, y quien puede darlas", por la Consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales, "no lo hace", afirmó Miguel Fernández, concejal del gobierno de Caso.

En las últimas semanas han sido al menos tres los ataques sufridos por el ganado en prados situados en plena capital casina. No son sólo los ganaderos los que están preocupados, también lo están los vecinos. "Este ha sido un ataque casi en medio del pueblo, en la finca al lado del hotel Arnicio. Y ya van siendo muchos", expuso el concejal Miguel Fernández, que lamentó que "desde los ayuntamientos poco podemos hacer. Los ganaderos nos piden soluciones, y yo que estoy de concejal para poder ofrecérselas no las puedo dar. Otros que sí pueden tienen que darlas, y cuanto antes, porque esto empieza a ser muy grave".

El edil, que también es secretario general del PSOE en Caso, comparó la situación que se está viviendo en el concejo con lo que ocurre en las ciudades con otros animales: "Si los jabalíes no pueden estar por Oviedo o por Gijón, ¿vamos a tener nosotros que tener a los lobos por en medio del pueblo?". Fernández añadió que "lo normal sería que los lobos estuviesen en el monte, pero no por las casas. Y los últimos ataques están siendo muy cerca, al lado, de donde vive la gente".

Precisamente esta semana se reunió la comisión de seguimiento del Plan del Lobo, que determinaba que este año se van a matar 45 cánidos en Asturias para intentar reducir la presión que la especie ejerce sobre el ganado. Una decisión criticada por los ganaderos, que consideran este número como insuficiente, como por los ecologistas, que lo ven excesivo. Lo cierto es que ayer mismo Recursos Naturales admitía que, de los 32 ejemplares que habían propuesto matar el año pasado, sólo se habían eliminado nueve, porque abatirlos "es muy difícil" debido a "la orografía tan acusada de nuestra región y a la abundante vegetación".