La Policía Local de Lena investiga el caso de los tres cachorros que fueron arrojados por un terraplén en el concejo, en la carretera de Campomanes, a la altura del cruce con Tiós (valle del Huerna). "Gruñón", el perro que alertó de su presencia con sus chillidos, falleció el martes de madrugada (horas después de ser rescatados). Sus hermanos, "Gasolina" y "Chocolate" se están recuperando. De hecho, pronto recibirán el alta e irán a una casa de acogida. "Una y mil huellas protectora" alertó de lo ocurrido y los voluntarios de Protección Civil se encargaron del rescate. El responsable o los responsables de lo ocurrido han incurrido en un delito de maltrato animal, con penas de entre 3 meses y un año de prisión y sanción. Los ecologistas reclaman una investigación "ejemplar" para terminar con "el salvajismo" contra los animales.

La investigación está en marcha, pero no será fácil. El cuerpo municipal se centra en la búsqueda de testigos visuales. Los cachorros, que sólo tienen entre siete y diez días de vida, aparecieron en un terraplén muy próximo a la carretera. No se descarta que llegaran al lugar en un coche, por lo que todas las líneas de investigación están abiertas. Paralelamente, la Policía también investiga por qué no se atendió la llamada de la protectora en la noche del viernes.

Los responsables de "Una y mil huellas protectora", que dirige Eva Díaz, aseguran que "el 112 y la Policía Local se pasaron la pelota, haciendo caso omiso de venir a por los cachorros". La jefatura del cuerpo municipal analiza lo ocurrido y se ha involucrado en la investigación. Afirmaron que se ha causado la muerte de un animal y un "sufrimiento grande y totalmente innecesario" a otros dos. Hechos que "suponen una responsabilidad penal". "Sabemos que será difícil dar con los autores, pero estamos dispuestos a llegar hasta el final", afirmó un agente.

Eso es lo que reclama la Coordinadora Ecoloxista d'Asturies. El portavoz de la entidad conservacionista, Fructuoso Pontigo, afirmó ayer que "es necesaria una investigación rigurosa y ejemplarizante para terminar con estos comportamientos". "Hay que erradicar el salvajismo contra los animales, actos faltos de humanidad y que corresponden a la escasa sensibilización y la irresponsabilidad con los animales", añadió. Pontigo afirmó que "hechos como el de Lena pasan con relativa frecuencia y hay una escasa implicación de la administración para resolverlos".

"Gruñón", "Gasolina" y "Chocolate" aún no abrían los ojos cuando los metieron en dos bolsas de plástico y los arrojaron por un desnivel. Según los responsables de la clínica "Maestro Veterinarios", que abrieron sus puertas en plena noche para atender a los cachorros, tenían una hipotermia severa. "Gruñón", el que más esfuerzos hizo con sus chillidos, falleció horas después.