Carmina Cordero tiene 95 años y nunca se casó. Pero si hay algo que le gusta en el mundo, son las historias de amor. Leerlas, al menos. Es una apasionada de la literatura romántica, mejor si la escriben autoras inglesas o estadounidenses, y una suerte de leyenda en la biblioteca de Pola de Lena: lleva décadas acudiendo cada lunes para hacer sus préstamos y lee una media de cuatro libros a la semana. Más de 190 títulos al año.

Los responsables de la biblioteca la homenajearon ayer, con el regalo de una cesta de dulces incluido, y también a los "raitaninos" (los lectores más jóvenes): Elsa Barraso (20 meses) y Carlos Mallada (21 meses).

Pudo ser genética o pudieron ser las ganas de volar. Dice Carmina Cordero que aprendió a leer antes de los cinco años: "Mi padre era un gran lector, tenía una biblioteca muy variada". Y también que ella quería conocer mundo. Así que, ya de niña, se encerraba en el baño para viajar sin moverse y soñar en rosa: "Tenía que leer a escondidas porque aquellos libros eran de amor", recuerda, risueña.

Les ocurre a todos los lectores, que es difícil recordar el título de los libros con los que sueñan. Pero, eso sí, a Carmina no se le escapa ni un argumento. Sabe que la historia con la que más disfrutó, en aquel baño en el que se encerraba, estaba ambientada en la I Guerra Mundial: "Lo narraba una condesa de Austria".

Y de aquellas páginas a la vida, cuando Carmina Cordero se convirtió en una chica muy guapa, inteligente, y con edad ya para vivir una buena historia de amor. Romances tuvo muchos, pero ninguno acabó como establecía la narración de la época: "Me pude casar dos veces, y casarme bien. Pero es que a mí no me gustaban los niños". Es sincera y fresca, como si su edad fuera sólo una orden dictada en el DNI. "Me gusta Nora Roberts y otras autoras de su estilo", afirma.

- ¿Ha leído "Cincuenta sombras de Grey"?

-No, lo tengo pendiente. Quiero conocer esos libros, lo leeré dentro de poco.

Y Alberto Fernández, responsable de la biblioteca de Pola de Lena, toma buena nota. Él ayuda a Carmina Cordero con sus elecciones para la lectura de la semana. Libros que luego devora por la noche: "Puedo leer cinco horas al día o así, cuando voy para la cama", afirma. Por el día, prefiere la televisión y el fútbol. Es forofa del Real Madrid y del Oviedo.

Mujer de hábitos, acude cada lunes a la biblioteca para devolver y prestar nuevos títulos. Y ayer llegó, caminando con la ayuda de su muleta, y se llevó una gran sorpresa: dentro de la sala estaba todo listo para su homenaje. "Bueno, yo se lo agradezco, pero leer lo hago con mucho gusto", afirmó. La fiesta para la "superlectora" y los "raitaninos" estaba incluida en los actos de inauguración de la biblioteca, tras una reforma financiada con 18.000 euros municipales. Mejores aseos y suministro eléctrico, además de pintura. "Está muy guapo", les dijo Carmina Cordero a la alcaldesa, Gemma Álvarez y la concejala de Cultura, Rosa Morán.

Carmina disfrutó de la fiesta, y luego se centró en lo importante. En su bolsa para las devoluciones llevaba "Persiguiendo un diamante" (Lauren Weisberger), "Cicatriz" (Juan Gómez Jurado), "Tormenta de nieve" (Camilla Lackberg) y "La casa de Riverton" (Kate Norton). Este último fue el que más le gustó y la mantuvo casi una noche en vela.