El Juzgado de lo penal número 1 de Langreo ha condenado al encargado de un bar de La Felguera por acoso sexual a una empleada a una multa de 3.000 euros unida a una indemnización por daño moral de 6.000 euros. El tribunal considera probado que el hombre, que responde a las iniciales N. C. D. G., realizaba inicialmente repetidos comentarios como sobre lo guapa que iba a trabajar o que estaba más guapa cuando se maquillaba y llegó a decirle que aunque los dos tenían pareja "para echar un polvo con él no hacía falta tanta cosa" después de que la trabajadora del local hostelero no consintiera los roces, tocamientos e intentos de besarla.

Ocurrió a principios de 2015 y en mayo, el encargado, al no lograr sus deseos, le dijo: "Tienes que portarte bien, yo soy el jefe y al que no quiero, le amargo para que se marche", recoge el fallo como hechos probados. Entonces le encargó tareas más penosas o que no le correspondían. Después, la empleada tuvo que ser atendida por una crisis de ansiedad en el Hospital Valle del Nalón y posteriormente en el centro de salud por un cuadro ansioso depresivo que la llevó a pedir la baja laboral el 9 de octubre. Actualmente sigue en tratamiento psiquiátrico y psicológico.

El juez destaca que las declaraciones de la víctima se ven reforzadas con la asistencia médica recibida. La defensa señaló que siempre había tres personas trabajando en el bar por lo que las supuestas actitudes, expresiones o tocamientos libidinosos hubieran sido presenciados por otro trabajador. Sin embargo, el fallo refleja que había una hora diaria en la que quedaban solos. De hecho, la empleada llegó a solicitar salir una hora antes y le fue concedido.

En el fallo se consideran relevantes las declaraciones de dos clientes del establecimiento hostelero. Uno de ellos presenció cómo el encargado del bar agarraba por la cintura a la camarera, que le dio un codazo. El otro cliente relató en el juicio que apreció en alguna ocasión que el jefe aprovechaba para rozarse cuando la empleada estaba en la caja y en una ocasión vio cómo la mujer le dio un codazo.

La abogada Ana María González, del Centro de Atención a las Víctimas de Agresiones Sexuales y Malos Tratos de Asturias (Cavasym), representó a la empleada del bar en el juicio celebrado en el Juzgado de lo Penal de Langreo. La defensa del encargado del bar felguerino solicitó su libre absolución. La sentencia no es firme y puede ser recurrida por el condenado.