"Cuando llegue al Ayuntamiento por la mañana estuve a punto de llamar al alcalde para decirle que todo había sido una broma". Mino García inicio ayer su andadura como nuevo regidor morciniego con buen humor y muchas ganas de ponerse al día. Da por descontado que le esperan semanas de intenso trabajo, ya que debe aprender rápido a manejar los entresijos de la maquinaria municipal. Su lugar ya no está en la oposición, si no al timón del barco, aunque todavía le traicione el subconsciente y se dirija a su antecesor, el socialista Jesús Álvarez Barbao, manteniéndole aún el cargo de alcalde. De hecho, a media mañana de ayer se reía en su despacho cuando le recordaban que el regidor ahora es él tras la moción de censura del pasado viernes. "Ya, lo que pasa es que yo nunca me he sentido cómodo con eso de los cargos".

Mino García llegó ayer al Ayuntamiento de Morcín sobre las nueve y cuarto de la mañana. Sabe que en los próximos meses tendrá que dedicarle muchas horas al Ayuntamiento, pero tiene un compromiso personal diario de gran importancia: "A las nueve acompañé a mi nieta al autobús del colegio, hay cosas que deben respetarse y que seguiré haciendo". De ahí corriendo para el consistorio morciniego y directo para el despacho del alcalde. La primera reunión no se hizo esperar: "Tuve un encuentro con la representante de los trabajadores municipales. Lo primero son las personas y quiero conocer las impresiones que tiene el personal. Es importante". El nuevo regidor mantendrá en los próximos días varios encuentros con los responsables de los diferente servicio para evaluar carencias y potenciales.

Durante su primer día como alcalde no mantuvo contactos formales con el resto de fuerzas políticas. A la espera de comenzar de forma inminente los contactos con Somos y AMI, Mino García ya tiene definido su equipo de gobierno, que estará integrado por él y los otros tres concejales de IU. "Lo haré público en cuanto se lo comunique a la oposición. Me he comprometido a ser leal y transparente y quiero cumplir desde el primer día". El regidor quiere, además, que la oposición ejerza su trabajo sin restricciones. "Quiero que me fiscalicen y que realicen eficazmente su labor de control al gobierno".

El objetivo más urgente que se ha marcado Mino García es el de aprobar un nuevo presupuesto municipal. Para ello sabe que tendrá que encontrar apoyos en el seno de la Corporación. Desde su punto de vista, ha sido uno de los errores cometidos por su antecesor en el cargo, al menos durante este mandato: "Creo que nunca asumió que estaba en minoría y como tal no supo ni quiso contar con la oposición pensando que no pasaría nada. Se equivocó".

El nuevo alcalde espera poder llegar a un rápido entendimiento con Somos y AMI -los dos partidos que apoyaron su investidura- para que Morcín tenga prepuesto lo antes posible: "Queremos cerrarlo lo más rápido posible, antes del verano". De momento, ayer se reunió con el Interventor para conocer más detalladamente el estado de las cuentas: "Queremos confirmar que los proyectos que están pendientes de ejecución se encuentran realmente en la fase que aseguraba el anterior gobierno municipal", indicó el regidor de IU.

Mino García se estrenó ayer como alcalde de Morcín. Por delante tiene dos años de tarea. Primeros días como el que ayer vivió raramente se olvidan.