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Una plaga que afecta a una especie emblemática

La avispa invasora china infecta ya la mayoría de los castaños de Redes y Aller

El insecto pone en peligro 2.300 hectáreas de bosques en el parque natural al frenar el crecimiento de los árboles y su capacidad para dar fruto

La avispa invasora china infecta ya la mayoría de los castaños de Redes y Aller

A los problemas existentes en el parque natural de Redes -los ataques al ganado, con el lobo con sus detractores y defensores, despoblación, la lenta puesta en marcha del uso lúdico de los pantanos- hay que añadir uno más, que puede afectar, y gravemente, a la amplia masa de castaños existentes en la zona protegida. Se trata de la expansión de la denominada avispilla del castaño (Drycosmus kuriphilus), un insecto invasor que parasita las ramas y las hojas del árbol y que acaba impidiendo su crecimiento. A largo plazo, una muy mala noticia para la conservación de las aproximadamente 2.300 hectáreas de castañares existentes en el parque natural que conforman los concejos de Caso y Sobrescobio.

La primera vez que se detectó la avispilla del castaño en España fue en 2012, en Cataluña. En 2014 ya se había constatado su presencia en Asturias, y en 2016 se había extendido por buena parte de la región. La llegada masiva de la especie al parque de Redes se ha constatado esta primavera: una gran parte de los castaños de la zona tienen en sus ramas y hojas los característicos bultos (como tumores) que le salen al árbol cuando ha sido atacado por el insecto de origen chino. En otras zonas de las Cuencas, también se ha detectado una alta incidencia del parásito en los castaños del concejo de Aller, una zona limítrofe con Redes. Ver cómo se desarrolla esta plaga en primavera es fácil. Una de las rutas más cómodas del parque natural es la del Castañeru Montés, junto a Rioseco. Un paseo de menos de dos horas entre un bosque de castaños. Prácticamente todos los árboles de esta zona presentan los bultos y agallas que confirman la existencia del insecto asiático en la zona. En prácticamente todas las masas de castaños del parque hay presencia de la avispilla.

Este insecto se reproduce por partetogénesis, es decir, no necesita de un macho y una hembra para obtener huevos fecundados. Coloca sus huevos en las yemas de castaño y durante el invierno, las larvas se van desarrollando. Esto acaba dando lugar a la aparición de agallas, una especie de tumores formados por tejido que el propio árbol hace crecer para defenderse de la infección del insecto. Es en esta época del año es cuando las larvas, ya convertidas en avispillas, emergen de las agallas e inician su nuevo ciclo reproductor. Hasta el momento, sólo se conoce un método eficaz para combatir a este parásito, y es introduciendo a otro insecto asiático, depredador natural suyo, el Torymus sinensis. En algunos países, como Italia, donde la producción de castañas ha caído un 70% por culpa de la avispilla, ya se han realizado sueltas masivas de este insecto. De momento, en España, se ha permitido la suelta experimental en zonas de Andalucía y Galicia, ya que se trata de soltar otra especie invasora. Países vecinos, como Portugal y Francia, ya han soltado al Torymus, que eso sí, tarda al menos entre cuatro y ocho años para que su presencia empiece a ser efectiva. La expansión de la avispilla china fuera de su lugar de origen ha sido rápida: en 1941 se detectó por primera vez en Japón, en 1963 en Korea, en 1974 en Estados Unidos y en 2002 en Europa, en Italia.

Esta plaga del castaño que ha llegado a los montes de Redes y de Aller se une a otra enfermedad de este árbol, el chancro, también muy ampliamente extendida por la comarca.

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