La Asamblea de Trabajadores de la residencia geriátrica de Felechosa se mostró ayer indignada ante las acusaciones de mala praxis lanzadas tanto desde la familia de una residente como desde la asociación Adafa de enfermos de alzhéimer, que achacaron a una "campaña de descrédito contra la residencia y su proyecto sociosanitario".

Los trabajadores señalaron que "utilizando como señuelo la supuesta desaparición o robo de una joya a una residente afectada de alzhéimer, esta campaña abre la vía de un desmesurado posicionamiento que pone en cuestión todo un trabajo profesional y de equipo". La plantilla criticó además a la presidencia de Adafa, porque "realiza juicios sin conocer el funcionamiento de la residencia o contrastar las situaciones expuestas". A su juicio, "la preocupación real no son los protocolos profesionales de actuación, ni mucho menos la desgraciada desaparición de esa joya, sino más bien conectar esa injusta y gratuita campaña de desprestigio con las tesis que mantiene un reducido grupo de mutualistas con interés propios". Esto es una clara alusión, sin citarlo, al grupo de mutualistas críticos de CC OO encabezado por Alberto Rubio.

La asamblea, en la que estuvo el presidente del Montepío, Juan José González Pulgar, también destacó "el esfuerzo realizado en los últimos dos años para sacar adelante el proyecto" y puso énfasis en el vuelco a la situación económica, pasando de pérdidas a beneficios. También pusieron en valor la potenciación de servicios en los dos últimos años, entre los que citaron limpieza, servicio sanitario y médico, terapia ocupacional, psicología trabajo social, cocina y fisioterapia. Todo ello ha llevado a la residencia a tener 94 empleos directos a día de hoy frente a los 66 entre externos e internos que había en 2015. "La calidad del servicio es el pilar fundamental de estas mejoras objetivas de la residencia", finalizaron.