Los alumnos del IES Alto Nalón de Barredos siguen engordando su palmarés en el Ecomarathon, la prueba de bajo consumo que Shell organiza para estudiantes de toda Europa. Uno de los vehículos con los que el instituto lavianés participó en la competición celebrada el pasado fin de semana en Londres se clasificó en primera posición en la categoría de prototipos diésel, mientras que el otro ocupó la novena plaza en la modalidad urban. El centro de Barredos es, con un total de 25 participaciones, el más veterano de los equipos españoles.

En la carrera desarrollada en el Queen Elizabeth Olympic Park de Londres, el instituto lavianés se enfrentó a 192 equipos procedentes de 27 países europeos. Un total de 13 de esos equipos eran españoles. La prueba no premia la rapidez, sino el rendimiento de los vehículos y de los combustibles. De esta forma, los estudiantes deben diseñar y construir prototipos que, con un sólo litro de carburante, alcancen el mayor número de kilómetros. La expedición estuvo formada por los alumnos Javier Díaz, Marcos González, Germán Prado, Manuel Bobes, José Luis Lada, Sergio Blanco, Daniel Fernández y Víctor Dosantos, y los profesores Carlos Rico y Antonio Forcelledo.

Los alumnos de Barredos compitieron con un prototipo de diésel y con un coche de diseño urbano de GTL (Gas to Liquid). En la categoría Prototype el equipo de Barredos se clasificó en la posición 17 con una marca de 724 kilómetros recorridos con un litro de carburante. "Fuimos los primeros en la modalidad de prototipos diésel; sólo nos superaron los que iban con etanol", explicó Forcelledo. En la categoría Urban, los lavianeses fueron novenos, con una marca de 175 kilómetros con un litro de carburante.

El calor y las tormentas ocasionales complicaron las condiciones de la prueba, según explicó Marcos González Murillo, piloto de prototipo. "Las tandas cronometradas de 39 minutos eran muy duras por el calor. En el prototipo voy muy cerrado y con el casco, mono y guantes paso mucho calor", indicó, para añadir: "La situación de estrés permanente tampoco ayuda, hay que ir muy alerta para evitar accidentes. En todas las tandas he tenido que parar en plena subida para evitar golpear a otros vehículos que subían lentos y hacían tapón".

Germán Prado, que ejerció de mecánico, esgrimió que "las mecánicas funcionaron a la perfección; trabajamos duro todo el invierno en el instituto y eso se nota. En los boxes solo tuvimos que ajustar los reglajes a las exigencias del circuito y a las preferencias de los pilotos".