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El crecimiento de una gran compañía de la comarca

Mieres da luz verde a la reparcelación de Reicastro, donde quiere instalarse Asla

El Ayuntamiento autoriza el proyecto de división de los terrenos de Hunosa, que especifica las zonas de uso industrial, lúdico y de servicio

La parcela del polígono de Villallana donde se ampliará la factoría de Asla. J. R. SILVEIRA

El Ayuntamiento de Mieres ha dado luz verde al proyecto de reparcelación que Hunosa ha elaborado para definir las zonas de aprovechamiento industrial del polígono de Reicastro. El procedimiento, en esencia, determina las parcelas con disponibilidad empresarial, las de uso lúdico y los viales comunes. De igual forma, queda también definido el suelo que quedará a disposición del Ayuntamiento una vez el parque industrial tome cuerpo. Este trámite despeja la posible llegada de empresas a Reicastro. Una de esas empresas interesadas, tal y como anunció LA NUEVA ESPAÑA, es Asturiana de Laminados Asla. Sin embargo, el proyecto anunciado está, actualmente, en punto muerto y sin ningún avance significativo.

La reparcelación de Reicastro permite establecer la distribución última que tendrá el proyectado parque empresarial, una actuación, no obstante, que lleva bloqueada desde hace lustro, ya que los terrenos están urbanizados desde 2012. El trámite identifica sobre el plano el uso de todos los espacios. El proyecto elaborado por Hunosa y ha sido aprobado por la Junta de Gobierno local, por lo que el procedimiento ha llegado a su fin. En teoría, Reicastro está listo para acoger actividad empresarial. El problema es que hasta ahora no había interés.

La única empresa que parece dispuesta a desarrollar en estos terrenos un proyecto es Asla. Sería una iniciativa de negocio diferente a la producción de bovinas de cinc que tiene en Lena. Un proyecto complementario, pero independiente. Sin embargo, la llegada de Asla a Mieres no será a cualquier precio. Si surgen problemas con los accesos o con cualquier aspecto sobre los terrenos, se llevará el proyecto a otro emplazamiento.

El aterrizaje de Asla en Reicastro, en todo caso, no será inminente. De hecho, el presidente ejecutivo, Macario Fernández, ya había apuntado al año 2018 como fecha para el desembarco en Mieres. Las conversaciones sobre los terrenos entre la compañía y Hunosa se han enfriado ahora mismo. Aún así, Asla sostiene que el interés sigue vigente y que debe ser Hunosa quien despeje el camino.

Las obras de urbanización del polígono de Reicastro concluyeron en febrero de 2012, poniendo fin a una gestación de más de una década. La conclusión de las obras puso punto y final a un proceso de transformación que arrancó en 2002, cuando el por entonces presidente de Hunosa, Luis Tejuca, apuntó que la escombrera de Reicastro se iba a convertir "en el mejor polígono de la comarca", asegurando que la urbanización se acometería con celeridad.

Los trabajos culminaron con un coste final de casi 4,5 millones de euros, sin que se despeje la gran incógnita de los accesos. El proyecto del enlace con la autovía Oviedo-Campomanes está totalmente congelado y a estas alturas el Ayuntamiento ya tiene prácticamente asumido que no se ejecutará al menos en los próximos años. Así, las labores desarrolladas en la vieja escombrera han recogido únicamente la construcción de dos glorietas de distribución en los extremos del parque empresarial. Estas rotondas darán salida a los vehículos hacia Santullano y Ujo.

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