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Un bajada "cómoda", con 250 metros de ancho y una pendiente idónea

Son muchos los frentes que actualmente están abiertos en Valgrande-Pajares. "No disponemos de un presupuesto elevado para inversiones, pero intentamos no dejar de abordar actuaciones de mantenimiento y mejora de las instalaciones", destacó ayer José Ramón Tuero. La apertura de la nueva pista de Los Galgos hace especial ilusión. El trazado ya es perfectamente visible, con un ancho carril de tierra que se abre paso desde la zona alta de la estación. "Aún quedan por retirar alguna piedras, que las utilizaremos para el drenaje", explica Javier Martínez.

La nieva pista tendrá una longitud de 600 metros, pero los responsables de la estación destacan sobre todo su anchura: "Cubre una superficie de 250 metros, por lo que será muy cómoda, con una pendientes media de un 25 por ciento, perfecta para principiantes", subraya el director de la estación. También destaca que esta infraestructura aligerará el tránsito en el Brañillín. El cierre del Cuitu Negru generó el año pasado una acalorada polémica, con la previsión de que el Brañillín -el único remonte que ahora recorre toda la estación- se colapsaría. El Principado tomó medidas, como una mejora en los accesos al telesilla y dotar de más personal el remonte para coordinar a los usuarios. Las medidas dieron buen resultado, ya que el tiempo de espera medio en los días de mayor afluencia no supera los cinco minutos.

A la espera de que los esquiadores puedan valorar el próximo invierno las mejoras abordadas en Pajares, este verano habrá también actividad en la estación. Tuero recordó ayer que durante los fines de semana de julio y agosto el remonte del Brañillín permanecerá activo para uso turístico. "Además se organizarán diversas pruebas deportivas a lo largo del verano". No hay que olvidar el aprovechamiento ganadero, ya que decenas vacas pastan diariamente bajo los telesillas.

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