Juan Manuel Caballín, profesor de la Universidad de Oviedo, ha presentado una innovadora tesis que abre nuevos horizontes al sector energético. Se trata del trabajo "Análisis del potencial energético en las rías", que consiguió un sobresaliente Cum Laude del jurado. La tesis estudió los pasos técnicos a seguir para medir la calidad y la cantidad de energía que guardan las corrientes de las rías, para su posterior aprovechamiento, e incluyó una simulación en la ría de Avilés: "Las corrientes de rías pueden tener un gran peso en el sector energético del futuro", apuntó el autor de la tesis, leída en el salón de grados de la Escuela Politécnica de Mieres.

"Una radiografía energética de la ría". Esto es, en palabras de Juan Manuel Caballín, lo que requiere el primer paso del proceso. Saber cuánta potencia energética se esconde en el agua: "Todos conocemos el movimiento de las mareas, pero este estudio se centra en el movimiento horizontal. El fenómeno conocido como las corrientes".

Esa "radiografía" tiene que reflejar la electricidad que generan las corrientes en cada parte de la ría y también su calidad. En el caso de la innovadora tesis de Caballín, se ejecutó en Avilés por varias razones. La primera, porque es un lugar con actividad industrial muy próxima y, por lo tanto, esta energía limpia podría ser muy útil en el futuro. La segunda, también importante, porque la Autoridad Portuaria de Avilés abrió las puertas de par en par al investigador e, incluso, le ofrecieron unos datos de mediciones realizadas hace unos años: "Les agradezco muy su colaboración, tan estrecha en todo momento".

Y la medición resultó un éxito. Con el aprovechamiento de veinte metros cuadrados de la ría, según el estudio, sería posible iluminar cincuenta metros de viales públicos (30 kilovatios por hora). Resultado nada desdeñable, aunque está lejos de la potencia que se podría alcanzar en alta mar, como un proyecto que se está poniendo en marcha en Nueva York, en East River, y que permite una potencia de un megavatio a la hora. La sombra del aprovechamiento energético de las rías, por tanto, es que la potencia es menor. Pero el sol puede brillar con fuerza: la instalación para conseguir convertir las fuerzas de las corrientes en energía eléctrica es mucho más barata cuanto más próxima esté la instalación a la tierra.

"Estas instalaciones requieren de mucha fiabilidad", destacó el experto. Es decir, la instalación de turbinas a poca distancia para asegurar que el sistema funciona y que el aprovechamiento energético está asegurado. Cuanto más lejos esté la fuente de energía, por necesidad, más turbinas se tendrán que instalar y más complejo será el sistema de abastecimiento. También menos fiable Caballín no duda que las corrientes de agua tienen que ser un recurso a tener en cuenta de cara a la apuesta 20/ 20/ 20: la optimización energética que plantean desde la Unión Europea y que dicta que el 20 por ciento de la energía consumida en 2020 provenga de fuentes renovables.

Proyecto pionero

Y si de aprovechar corrientes marítimas se trata, afirma Caballín, las rías tienen que tomarse en cuenta. "Están próximas a zonas de actividad, es decir, muy cerca de los lugares en los que viven y trabajan las personas. Por lo tanto, muy cerca de los lugares en los que es necesario un aporte extra de energía", explicó. Además de encontrarse también próximas a puntos de suministro, como subestaciones eléctricas. La tesis de Caballín es pionera porque, actualmente, no hay ningún proyecto de aprovechamiento de corrientes marítimas en España.