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Un emblemático enclave de Mieres

La Casa Duró no entrará en la red de museos de Asturias, advierte Cultura

El Consejero está dispuesto a dotar de contenido el centro de arte con la pinacoteca del Bernaldo de Quirós, pero no a asumir su mantenimiento

Basura en uno de los laterales del centro de arte. FERNANDO GEIJO

Seis años son los que lleva la Casa Duró, uno de los centros de arte del concejo de Mieres, esperando volver a pintar algo en el mapa de la cultura municipal. Tantos como lleva clausurada y sin contenido. Y no parece que la solución para que este inmueble, ubicado en la plaza del Carmen, en el barrio de La Villa, esté cercana. Cada vez está más claro que el acuerdo al que se llegó en el año 2014, entre el Principado de Asturias y el Gobierno local de Mieres, para dotar de actividad a este centro cultural se ha quedado en papel mojado. El propio consejero de Cultura, Genaro Alonso, reconocía a este diario que el gobierno autonómico no tiene intención de financiar los costes de mantenimiento del centro, lo que a su juicio debería de realizar el Ayuntamiento.

El político allerano fue claro en torno a la Casa Duró. "Lo que hubo fue un borrador de acuerdo la pasada legislatura, en el que nosotros estábamos dispuestos, y lo seguimos estando, a trasladar la pinacoteca del Bernaldo de Quirós a la Casa Duró", indicó Alonso, que entonces introdujo el matiz: "Siempre y cuando se haga cargo de su custodia y mantenimiento el Ayuntamiento de Mieres".

"Nosotros no podemos trasladarlo a la red museística del Principado", abundó el responsable regional, para agregar que "es una cuestión económica, ahora mismo hay otras prioridades no bien atendidas y no podemos ampliar competencias", indicó. Por lo tanto, el Principado sí que se ofrece a trasladar la excelsa colección de arte del centro educativo al cultural, pero hasta ahí llegaría su participación en la reapertura de la Casa Duró seis años después de su cierre.

Y mientras sigue cerrada, la Casa Duró ha pasado de ser un centro de arte histórico a un "botellódromo" los fines de semana. O al menos eso es lo que denuncian los vecinos del barrio de La Villa, que hace unos meses se quejaban de que muchos jóvenes se congregan en las inmediaciones del edificio para beber y hacer su particular fiesta, creando un problema de convivencia con los ciudadanos de la zona.

La situación, que cualquiera que se dé un paseo por las inmediaciones del centro cultural puede comprobar por la suciedad existente, llegó incluso al Pleno de Mieres, donde se debatió la conveniencia de reforzar la vigilancia en el entorno para que esas "fiestas juveniles" terminasen de una vez por todas en el barrio de La Villa.

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