Hay un oso goloso en el concejo de Aller. Los vecinos llevan unas semanas percibiendo la presencia de un plantígrado por los montes y han alertado de varios daños en colmenas. El primero se registró en Las Murias de Felechosa, también en la Pola del Pino. También lo han percibido en Orillés y Escobio y, hace sólo unos días, actuó en la finca La Linariega (cerca de La Felguerosa). Son los terrenos en los que trabaja el apicultor Adrián Álvarez. Según ha denunciado, un oso le destrozó treinta y nueve colmenas.
El joven ha puesto en conocimiento de la Guardería del Principado lo ocurrido. "Me han arruinado mi trabajo", afirmó ayer. Al Principado le reclama que, además de peritar e indemnizar los daños, facilite pastores eléctricos u otros sistemas para asegurar el trabajo de los apicultores en el municipio: "De lo contrario, dedicarse a la miel será casi imposible", subraya el afectado. El oso, añadió, es un problema que se suma a otros también de calado para el sector, como la aparición de la avispa asiática en el concejo.
Los daños de oso en colmenares del concejo de Aller no son un problema nuevo. Hace siete años, cuando el municipio llevaba décadas sin percibir su presencia en la zona, un oso destrozó varias colmenas a un conocido apicultor de Casomera. Desde entonces, cada verano, los osos golosos vuelven a por más miel al municipio.
