Nuria Nava tiene 13 años, lleva el siete a la espalda y es un puñal por la banda izquierda. Admira a Cristiano Ronaldo y a Vero Boquete y juega al balón con sus amigos "desde siempre". En la jornada de ayer participó en un partido amistoso de fútbol sala entre los institutos Virgen de Covadonga, de El Entrego, y La Quintana, de Ciaño. Los equipos eran mixtos porque el objetivo era sensibilizar a los estudiantes sobre la discriminación de la mujer en el deporte. Durante una hora, sobre la pista deportiva del IES de El Entrego, no hubo distinciones entre chicos y chicas. Sólo hubo futbolistas.

Los organizadores querían lanzar un mensaje tras el episodio vivido a finales del mes pasado en Segovia. Una niña de 12 años se quedó sin poder jugar la final del torneo que disputaba su equipo, el conjunto infantil de fútbol sala masculino de las Escuelas Deportivas de Zarzuela del Pinar, tras la denuncia por alineación indebida presentada por un rival. Sus compañeros ganaron y no pudo recoger el trofeo ni hacerse la foto oficial. "Me pareció muy mal lo que le pasó. Yo juego en el Alcava de Laviana y durante buena parte de la temporada fui la única chica. Hay pocos conjuntos femeninos y, si no permitieran los equipos mixtos, muchas chicas no podrían jugar. Sería injusto", reflexionó Nava. Su compañera de equipo en el partido de ayer, Eva Lastra, también estudiante del IES Virgen de Covadonga, hizo un análisis similar: "Yo juego al fútbol con mis amigos y con mis amigas en mi tiempo libre y no hacemos diferencias".

El equipo del instituto de El Entrego fue elegido por votación entre los propios estudiantes. "Todas las actividades que desarrollamos en Educación Física las realizamos organizando equipos mixtos, ya sean torneos deportivos o pruebas de baile. La idea es fomentar la coeducación", indicó José Manuel Corte, profesor del centro de San Martín. La única norma del encuentro, disputado entre alumnos de primer y segundo curso de ESO, era que en todo momento debía haber sobre la cancha, como mínimo, una futbolista por equipo.

El IES La Quintana tenía a tres en sus filas. "Yo juego con mis hermanos y mis amigos y me gusta mucho el fútbol. No debería haber trabas en las competiciones", indicó Zaida López, que este año jugó en el San Esteban y la próxima temporada defenderá la camiseta del Lada femenino. Allí milita también Karla Redondo, compañera de equipo ayer. "Pienso que, en estas edades, no hay mucha diferencia de resistencia, de fuerza o de velocidad a la hora de jugar. Lo más importante es la técnica", esgrimió Redondo. Por su parte, Eva Lada, aseguró que "los chicos y las chicas debemos tener las mismas oportunidades a la hora de jugar al fútbol".