El socialista Tomás Cueria ya no es oficialmente alcalde de Caso, tras el pleno municipal extraordinario celebrado ayer en Campo de Caso y en el que se materializó la renuncia del ya exregidor. Cueria, al que se le ha abierto juicio oral por un presunto caso de prevaricación (una serie de contrataciones que suman unos 67.000 euros), un proceso iniciado por una denuncia de IU, afirmó en su marcha que "dejo el Ayuntamiento mucho mejor que cuando llegué", cuando, tal y como aseveró, "había más de mil facturas sin pagar en los cajones".

El orden del día del Pleno de Caso sólo contaba con dos puntos. El primero, la aprobación del acta de la anterior sesión. El segundo, la renuncia del alcalde, que acata así el código ético del PSOE, que contempla la dimisión de los cargos públicos cuando se les va a abrir juicio oral. Cueria quiso intervenir antes de dar el relevo a Rocío Allande, actual vicealcaldesa, que llevará las riendas del concejo durante unos días -diez como máximo-, hasta que en el próximo Pleno extraordinario Miguel Fernández, edil de Obras, releve a Cueria como alcalde casín. El ya exregidor afirmó que "me voy con la cabeza alta", subrayó que el Ayuntamiento "va a quedar en buenas manos" y recalcó que "todas las decisiones que he tomado las he llevado a cabo pensando que era lo mejor para Caso".

En el discurso reprochó a IU su actitud, ya que "cuando llegué al Ayuntamiento", en 2011, tras ocho años de gobierno de la coalición, "había más de mil facturas sin pagar, con más de dos millones de deuda municipal, un conflicto con los cazadores, no se rendían cuentas desde 2007, tampoco había presupuestos desde 2007". "Seis años después", continuó Cueria, "se han presentado todas las cuentas a la Sindicatura y al tribunal de cuentas, hubo presupuesto año a año hasta 2016, y el de este ejercicio no se elaboró porque estamos sin secretario; se está arreglando la carretera de Tarna, hay 4,8 millones comprometidos para la de la Collá d'Arniciu, Cadasa nos da más dinero como compensación por los pantanos y el refugio de Brañagallones está funcionando". Además, "se ha cambiado toda la iluminación del concejo, y ahora consume un 60% menos".

"Me voy", añadió el exalcalde, "de una forma que no me gusta, pero no soy de esconderme. Ha sido un orgullo ser alcalde y creo que dejo el Ayuntamiento mejor que cuando llegué". En el momento de dejar el asiento de la presidencia del Pleno, Cueria se abrazó con los otros tres ediles socialistas, saludó a los dos ediles del PP e ignoró a los dos concejales de IU presentes en el Pleno.