Una representación del movimiento mundial de "Trabajadores campesinos" de Guatemala visitó ayer el distrito langreano de Sama para analizar la situación del país, quien aún lucha por sus derechos. La actividad cuenta en la actualidad con 1500 socios permanentes.

El presidente del movimiento, Federico Pérez, señaló la existencia de personas jurídicas que luchan por los derechos vitales, entre ellos laborales, sobre todo de las mujeres. "En Guatemala se desconoce el derecho de las mujeres. Han estado marginadas absolutamente", puntualizó. Natural del pueblo Mam, Pérez representa a 12 municipios en la zona que ellos trabajan.

La cooperación de personas e instituciones ha sido fundamental en la mejora del país. La responsable del programa de Formación, Ana Aguado, mencionó la importancia de las alianzas, y así luchar contra la violación de derechos.

A nivel interno, la asociación apoya sindicatos. "En Guatemala hay sindicatos. Estos funcionan en grandes ciudades o centros de producción", señaló el tesorero del "Conceyu" de Solidaridad y Justicia, Roberto Abella.

En temas de salud existe un conocimiento profundo, sobre todo en la parte ecológica, por parte del pueblo Mam. "Existen más de 2500 plantas medicinales con sus pócimas", explicó uno de los representantes, Juan José Monterroso. Y añadió: "Estas son la base para sostener todo el sistema de salud".

El movimiento surgió de la diócesis de San Marco. Allí se encuentra el sacerdote y también párroco, José Antonio Noval. También asesor del movimiento y de la región Caribe y Centroamérica.